México, el tercer corazón Parte 4 – La mujer vestida de Sol

.:. Rumbo a una muerte anunciada:
Una vez sola, Itzel se retiró por un momento el sombrero que protegía su cabeza del intenso sol y lo colocó al lado suyo. Un segundo después se recostó en la cima, doblando ligeramente sus piernas a la vez que apoyaba sus codos, adoptando inconscientemente una posición que asemejaba a la de un Chac Mool, excepto que en este caso su rostro con la cabeza echada suavemente hacia atrás buscaba ahora la luz y en esa posición cerró los ojos y respiro profundamente intentando conectar su corazón en búsqueda de respuestas. Así permaneció un largo tiempo sin tiempo, dejando que su cuerpo y su Ser se impregnaran del torrente de energías que percibía se intercambiaban en la cima de aquella monumental edificación. De pronto como si algo le hablara al oído escuchó algo que interiormente sabía era verdadero, aún sin ser capaz de comprender,
«Justamente debajo de ti, dentro del corazón, está la respuesta».
Tan pronto recibió aquella revelación se tranquilizó totalmente confiando que la señal que acababa de recibir se explicaría en su momento por sí misma. Sin ninguna presión, tan solo dándose el tiempo necesario y sólo el marcado por ella misma, abrió los ojos, recuperó la horizontal y se colocó nuevamente el sombrero disponiéndose a iniciar el descenso. Una vez de pie, de manera análoga a cuando estuvo en el centro de la ciudadela hizo un suave y discreto giro a modo de saludo y agradecimiento dirigido a esa ciudad sagrada, a la edificación en cuya cima se encontraba en ese momento y a las seis direcciones: Cuatro rumbos, el centro terrestre y lo Superior, y en ese estado empezó su descenso lentamente.
Ya en la base de la pirámide decidió continuar su caminata para dirigirse rumbo a la pirámide de la Luna. Más tarde comería algo, se refrescaría y descansaría, ahora no quería perder la oportunidad de recorrer aquel portento del pasado que, aunque adormecido, se mantenía vivo.
Teniendo de frente la pirámide que marcaba su destino y en medio del mismo lento paso meditativo con que realizaba el recorrido, una vez más llegó a su mente una pregunta que de alguna manera era en sí misma una respuesta nuevamente.

 ¿Por qué después de más de un siglo de restauraciones no está reconstruida la cima de la pirámide de la Luna?
Estuvo a punto de detener sus pasos ante esta reveladora interrogante y su mente empezó a volar. Si el propósito de esas edificaciones, como dijo de manera un tanto sarcástica su maestro, fuera sólo entretener a los turistas, aquella vista desde la calzada con la pirámide terminada sería un espectáculo maravilloso y las fotos de ésta un codiciado recuerdo. Visto el avance de la reconstrucción sólo era necesario un poco de geometría para completar totalmente la edificación y no parecía haber mucho misterio. ¿O acaso sí?, reflexionó al darse cuenta de que, al igual que en el caso de la pirámide que tenía frente a ella, a la anterior construcción igualmente le faltaba la parte superior.
 ¿Será que realmente esas construcciones pueden tener efectos sobre la consciencia planetaria y por ello quienes pretenden evitar a toda costa que se redescubra ese conocimiento lo niegan tajantemente y hasta ridiculizan a quienes sostienen esa postura?
Continuó su lenta caminata y algunos metros más adelante una nueva interrogante surgió a su paso. Recordó la enorme y extraña piedra que pareciera desentonar totalmente en esa calzada. Ubicada al lado derecho del montículo previo a la construcción piramidal hacia donde ahora se dirigía, no esculpida y con apenas imperceptibles grabados. Desde la primera ocasión que tuvo consciencia de ella se preguntó:

¿Que propósito tenía esa piedra allí?
Años después, ya en contacto con personas de conocimiento vinculadas a la tradición, había escuchado decir que dicha piedra estaba asociada con la pirámide lunar y tenía el propósito de, digamos, “aterrizar” a quienes eran afectados por las energías producidas por el ascenso de la misma y que, por lo mismo, tenían la costumbre de tocar. Apenas en ese momento se percataba de que la extraña y aparentemente disonante piedra ahora se encontraba rodeada de cadenas cuyo propósito aparentemente era impedir que la misma fuera tocada.
Si aquella enorme piedra sin labrar no tenía función energética alguna, según afirmaban los arqueólogos - parecía como estar fuera de lugar en ese contexto arquitectónico de trazo limpio y gran simetría- y si ni siquiera era de especial interés para la arqueología o el turismo
¿Por qué se conservaba en ese punto en vez de, simplemente, ser retirada?
Igualmente en cuanto a las cadenas colocadas recientemente, se preguntaba
 ¿Su propósito será realmente protegerla, evitando que unas cuantas personas consideradas ignorantes y supersticiosas desgasten con el ligero roce de sus manos una piedra que tiene al menos un siglo a la intemperie desde la restauración y quizá milenios en el sitio?
- No me extrañaría -pensó Itzel- que muy pronto se impidiera el acceso a las cimas de las edificaciones con el mismo pretexto y así evitar que las personas sensibles constaten los efectos energéticos, se hagan preguntas y saquen conclusiones distintas a las oficiales, que los arqueólogos avalados por los grupos de poder quieren imponer.
En aquel estado de profunda sensibilidad Itzel intentó ascender la pirámide, pero tan pronto se acercó a la misma desde la base sintió cómo la energía de aquella construcción la llevaba a un estado para el que no estaba preparada en ese momento. Haciendo caso a su sabiduría interna simplemente cerró los ojos por un momento, tratando de comprender qué le ocurría. Pocos segundos después tenía la certeza de que no era conveniente ascender así que decidió encaminar sus pasos hacia el hotel donde tenía reservada la habitación a su nombre.
Algunos minutos después, ya registrada y con la llave de acceso en su mano, llegaba a la habitación. Colocó su mochila sobre la cama y observó encima de la mesita el sobre que antes le había mencionado el profesor. Al levantarlo para ver su contenido, encontró debajo de éste una pequeña biblia con, al parecer,  dos postales en su interior. Dejó el sobre, tomó la biblia en sus manos y al abrirla observó que eran reproducciones fundamentales de la iconografía de México: El disco solar grabado en piedra, comúnmente conocido como calendario azteca y la Virgen de Guadalupe. Estaba a punto de cerrar el libro sagrado cuando se percató que parte del texto estaba subrayado en el versículo 12 del Apocalípsis de San Juan y decía:

“1 Una gran señal apareció en el cielo: una Mujer, vestida del sol, con la luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza; 2 está encinta, y grita con los dolores del parto y con el tormento de dar a luz”.
Itzel dejó nuevamente todo tal y como lo había encontrado sobre la mesa. Sabía que querían transmitirle un profundo mensaje,  pero en ese momento le era urgente despejar un poco su mente, darse una ducha y comer algo, más tarde vería el material del sobre antes de dormir.
Ya por la noche, si bien había logrado despejar su mente y recuperarse bastante y hasta pudo revisar la restante información, aquel mensaje contenido en esas imágenes y el texto bíblico ocupaban sus pensamientos de manera continua y su misterio la acompañó hasta que se fue a la cama a descansar para la reunión del siguiente día.
Al levantarse por la mañana notó que, aunque había dormido profundamente y descansado, durante la noche había tenido sueños que, si bien no recordaba claramente, sí algunos detalles. Imágenes entremezcladas de pirámides y luces se combinaban con las que había recibido el día anterior. La sensación que todo aquello le producía era la de, sin saber cómo o por qué, estar decidida y aceptar el ser iniciada.
Se presentó puntualmente a la cita en el lugar y hora señalados, tanto en uno de los documentos contenidos dentro del folder como en el Email que le había sido enviado. Allí se encontró con el profesor y algunos de sus compañeros conocidos y otras personas más, a quienes no conocía aún, todas en medio de una gran actividad. De una camioneta llena con todo el equipo se descargaban mesas y sillas y un par de carpas de regular tamaño -las cuales fueron instaladas, la primera, con el fin de proteger de la intemperie tanto al equipo humano como al de cómputo y de medición en uso. La segunda, totalmente cerrada y ubicada algunas decenas de metros más allá, sería utilizada como una pequeña bodega, aparentemente.
Tan pronto fue descargado e instalado el material, dio inicio propiamente la reunión destinada a tratar detalles diversos de logística para las siguientes semanas. Sin embargo la mente de Itzel continuaba en otro lugar, donde las prioridades eran sus sueños de la noche anterior y la decisión que de ella se esperaba. El profesor consciente del estado interno en que sabía que ella se encontraba, se limitaba a observarla de forma discreta y la trataba como a una asistente que a la vez estaba ausente.
Algunas horas después aquella reunión terminaba y cada uno de los responsables se avocaba a su respectiva tarea, entonces el profesor se acercó a Itzel y le preguntó.
- ¿Cómo te encuentras?
El profesor no esperaba aún una resolución de parte de ella,  sin embargo para su sorpresa Itzel le respondía:
- Profesor,  ya tomé la decisión.
Ante aquella sorpresiva respuesta el profesor se limitó a decirle
- Debo terminar algunas cosas aún y más tarde tendré un reunión durante la comida pero sería perfecto que nos encontráramos aquí mismo a las 6 de la tarde. Aún no será de noche pero la zona estará completamente vacía, pues incluso los restantes miembros del equipo se habrán retirado.
- Si realmente ya está tomada tu decisión, asegúrate de que podrás retirarte completamente del mundo por tres días continuos, con sus noches. Si lo necesitas, haz contacto con quien debas hacerlo y diles que no se preocupen por ti durante ese tiempo, que no estarás disponible por ningún medio debido a cuestiones de trabajo y regresa lo más abrigada que puedas.
- ¡Ah! y come muy ligero o de preferencia no lo hagas. Procura que tu cuerpo esté lo más vacío posible  -Dicho lo anterior el profesor regresó a reunirse con los restantes miembros del equipo.
 Itzel se encaminó rumbo al hotel para hacer los preparativos indicados. Mientras caminaba por la calzada de la ciudad sagrada reflexionaba para sí misma en lo misterioso de todo esto. La experiencia que le esperaba duraría tres días con sus respectivas noches.
.:. Accediendo a la cámara iniciática:
Itzel llegaba a su cita puntualmente. El viento de la tarde se dejaba sentir ya pero la ropa que la protegía le permitía disfrutar cómodamente de un atardecer que anunciaba una espectacular puesta de Sol. Al acercarse a la carpa se percató que el profesor estaba fuera admirando igualmente el atardecer. Ambos se saludaron y acto seguido el profesor dijo.
- Caminemos un poco mientras afinamos los últimos detalles. ¿Te parece?
El profesor encaminó sus pasos rumbo a la calzada a paso lento e Itzel lo acompañó. Segundos después Itzel sin poder contener su nerviosismo le dijo.
- Profesor, explíqueme por favor. Todo este misterio me tiene en total suspenso. Estas imágenes, esta biblia. Tres días sin contacto con el mundo. ¿De que se trata?. Dígame por favor.
El profesor continuo su caminar y tan solo dijo.
- Vamos a la calzada, desde allí tendremos una vista maravillosa de este atardecer. Además es el lugar perfecto para hablar sobre el tema.
Algunas decenas de metros después se encontraban finalmente en la calzada donde como lo anticipó el profesor la vista era majestuosa. Un atardecer enmarcado por milenarias y colosales edificaciones y sobre todo un silencio que permitía escuchar algo más allá, y que era capaz de transportar, hasta al más insensible, a otra dimensión. Una vez allí el profesor rompió el silencio diciendo.
- Como sabes a esta calzada se le denomina camino procesional o calzada de los muertos. Ese último nombre es perfecto para evocar un estado en el que comúnmente todos nos encontramos. Muertos, adormecidos a realidades superiores donde mora el espíritu. De eso se tata esta iniciación, de que vivas realmente y dejes atrás esta muerte. Por ello caminaremos desde aquí hasta la base de la pirámide del Sol, donde nos esperan. De alguna forma este caminar es como una procesión rumbo a la que será tu tumba donde descansará tu cuerpo mortal para renacer como un ave fénix tres días después.
Empezaba a comprender, había escuchado que en todas las tradiciones, incluida la toltequidad se hablaba de rituales de muerte renacimiento. Eran parte de las más antiguas culturas e incluso estaba presente en el mito cristiano. La resurrección al tercer día.
Itzel viajaba en su reflexiones interiores y de pronto se percató de una presencia al pie de la pirámide del Sol. No podía distinguir con claridad de quien se trataba pues la penumbra empezaba a cubrirlos. Tan pronto se aproximaron se dio cuenta que era el misterioso hombre de tez morena y que a su lado una vaporosa luminicencia rojiza se extendía. 
A unos pocos metros llegaron donde se encontraba el hombre y el profesor lo saludó diciendo
- ¡Buena tarde Don, ya estamos por acá!. 
A lo que el aludido respondió diciendo
- ¡Buena tarde tengan ustedes!. Es valiente la señorita, no tardó mucho en sentir que ya estaba lista.
- Este es un lugar muy sagrado -continuó diciendo- y un ritual como el que va a realizarse requiere de una preparación de igual característica a fin de sintonizarse. Si se entra de manera profana solo es posible acceder a lo profano. Así que voy a sahumarlos primero con resina sagrada de copal para purificar sus cuerpos energéticos.
Itzel se había percatado ya que aquella luz vaporosa provenía de un sahumerio y una veladora que se encontraban sobre una tela roja estampada denominada paliacate, utilizada comúnmente a modo de improvisado altar para separar los objetos rituales del piso llano. Sobre el mismo igualmente se encontraban otros objetos.
 El hombre dijo a Itzel
- Por favor extienda sus brazos, separe sus pies, haga contacto con su Ser interno y encomiéndense a aquello Superior en lo que usted crea.
Dicho lo anterior se agachó, recogió el sahumador y procedió a realizar la limpia primero a Itzel y posteriormente al profesor realizando para ello movimientos por todo el cuerpo que semejaban el sutil y azaroso trazo de un pincel de fuego. Por último realizó un ritual sobre la tela dirigido a las seis direcciones a le vez que oraba en voz queda y por último colocó el sahumerio nuevamente en el lugar donde se encontraba originalmente. Se levantó y se dirigió hacia la pequeña entrada que a unos pocos pasos se encontraba abierta, encendió una linterna y les dijo.
- ¡Síganme por favor!
 El profesor a su vez encendió otra linterna que llevaba consigo y le dijo a Itzel.
- Ve tu detrás de él yo iré al último.
Al penetrar se encontraron con una pequeña escalera metálica que los llevó algunos metros debajo del nivel del suelo. Allí los esperaba un angosto túnel que penetraba en dirección de la pirámide. Era evidente que aquel hombre había realizado igualmente un ritual de preparación en la caverna antes del ingreso del grupo pues el aire enrarecido y un tanto húmedo del interior se encontraba impregnado de vapores de copal.
Itzel sabía que desde que los guardianes habían dado a conocer ese túnel, se habían removido permanentemente las diversas obstrucciones que resguardaban en secreto ese camino. Algunos metros adelante llegaron a un sitio donde el túnel parecía tener como dos accesos laterales aparentemente bloqueados que le daban un poco más de anchura. El guía se detuvo, volteó y se dirigió a Itzel diciéndole.
- Más adelante se encuentra el corazón de esta pirámide. Allí encontrará algunas cosas preparadas para usted. Esa será su tumba por tres días, en ella permanecerá en soledad, silencio y obscuridad totales. Yo me mantendré orando y atento a lo que pudiera usted necesitar pero, a menos que sea indispensable, no me acercaré hasta que termine el plazo.
- A partir de este punto deberá seguir sola, algunos metros más adelante finaliza el túnel. Allí encontrará la pequeña caverna.
Las siluetas del profesor y del guardián brillaban iluminadas por las linternas que, dirigidas hacia la caverna, acompañaban a Itzel en su caminar en dirección a la misma.
Con pasos muy lentos avanzaba mientras la luz que la acompañaba poco a poco se alejaba de ella. Casi en total obscuridad Itzel empezó a utilizar sus manos para guiarse y siguiendo un poco el contorno de las paredes encontró una saliente, continuó un poco y entonces una voz en su interior dijo.
- Ya estás en el corazón donde encontrarás  las respuestas.
De pronto sus pies tropezaron con algunos objetos, se agachó y con sus manos sintió algo que parecía ser mantas, se sentó sobre ellas y entonces se percató que efectivamente se encontraba ya donde estaba destinada a morir para, si lo lograba realmente, tres días después renacer.
Unos segundos después, escuchó unos suaves pasos que se alejaban y que posteriormente subían la escalera produciendo un sonido metálico en medio de un eco sordo. Un poco después la tapa que impedía el acceso se cerraba. Itzel finalmente estaba en total obscuridad y completamente sola.
.:. La muerte del yo:
La primera sensación-pensamiento que invadió a Itzel era similar a la de tener el mundo sobre si misma. Aquella colosal edificación se encontraba literalmente sobre de ella y la mente empezaba a jugarle malas pasadas. Respiró profundamente intentando relajarse y contactar con un pensamiento positivo para contrarrestar la negatividad que en ese momento la invadía. pensó entonces que si la pirámide tenía milenios allí, no tenía por que colapsar justamente durante su estancia, un poco más tranquila recordó un profundo texto titulado “Un nuevo modelo del Universo” vinculado a una escuela de desarrollo de la consciencia y del Ser escrito por Ouspenskiy discípulo de Gurdjieff, ambos rusos. En él se habla en general de la unidad del conocimiento y en particular de como la pirámide llamada de Keops, en Gizah Egipto, entre otros tiene el propósito de provocar diversos impactos en los cuerpos de los sujetos, entre ellos el emocional. Igualmente la prueba que ahora Itzel enfrentaba bajo la pirámide del Sol la obligaba a tocar sus miedos internos y la experiencia apenas empezaba.
Producto de sus vivencias por diversos caminos espirituales tenía recursos varios disponibles a su alcance. El primero que utilizó fue centrarse en el ritmo de su respiración. Poco a poco se fue relajando y un tiempo indeterminado después se dejó caer suavemente sobre las mantas donde continuó hasta que su consciencia la llevó más allá de este plano.
En medio de ensoñaciones llegaban imágenes diversas a su mente. Tenía especialmente presentes las que le habían sido entregadas. La piedra del Sol  y la virgen de Guadalupe, similar a la mujer vestida de Sol con la luna a sus pies, como la del Apocalispsis de San Juan, como ella ahora bajo la pirámide  solar recibiendo sus cósmicas energías o como antes en la cima bañada de Sol. Entonces entendió el mensaje que arriba recibiera antes de saber conscientemente de que se trataba todo esto. ¡Debajo de ti, dentro del corazón encontrarás la respuesta.!
El tiempo transcurría sin transcurrir. Se daba cuenta de que la percepción del paso del tiempo, al igual que el movimiento son relativos a otros eventos. En el vació donde se encontraba ni el espacio ni el tiempo existían, nada se movía todo era eterno presente. Una experiencia profundamente amenazadora para el ego que basa su existencia en los reflejos de la interacción con los otros y que en aquella soledad pierde sentido o se aferra a lo más básico, las rutinas.
Itzel un tanto curiosa y metódica, cualidades que la habían llevado a decidirse por la investigación arqueológica, decidió incorporarse y explorar un poco el entorno donde se encontraba. Recorrió con sus manos la caverna y se dio cuenta de que estaba compuesta como por cuatro lóbulos y que sus dimensiones eran de alrededor de 1o metros de diámetro, según estimo. Saber detalles como esos le hacía sentir un poco más tranquila.
Posteriormente esa misma curiosidad la llevó a investigar con que objetos contaba. Se dio cuenta de que debajo de sus cobijas tenía un saco de dormir y a un lado pudo palpar un saco de tela. Al tocarlo se percató que era un morral con algo pesado dentro y que contenía uno de esos objetos muy comunes en América fabricados con  la cáscara del fruto de la enredadera legenaria y que se ahuecan con el fin de servir como depósitos de líquidos llamados Bules, Guajes, Tecomates o Pumpos. Quitó el tapón de la parte superior y bebió. Entonces supo que tenía en sus manos una acinturada cantimplora llena de agua.  Al seguir indagando contó una docena de rectángulos de extraordinaria ligereza envueltos. Tomó uno, lo abrió por uno de sus extremos e inhalo. El olor dulzón, el peso y forma geométrica del mismo la llevó a suponer que se trataba de ladrillos de las llamadas Alegrías, elaboradas a base de cereal de amaranto tostado aglutinado con miel. Dio un pequeño mordisco y confirmó que efectivamente se trataba de dicho alimento. Ahora sabía con que contaba para pasar aquellos tres días. Debía distribuir su consumo, aunque igualmente recordaba las palabras del profesor que le recomendaban mantener su cuerpo lo más vacío posible.
Toda aquella exploración totalmente a obscuras había tomado un tiempo que aunque imposible de determinar era igualmente excesivamente largo y había quedado exhausta. Reflexionaba como en condiciones de luz obtener toda aquella información por medio de la vista hubiera tomado menos de un minuto. No sabía si se había quedado dormida, ni cuanto tiempo había transcurrido o si era de día o de noche. El sueño la venció y regreso a sus ejercicios respiratorios pero ahora sintiendo su cuerpo con frío  se metió dentro de la bolsa de dormir envuelta en una de las cobijas.
La segunda etapa que atravesaría estaría vinculada a su segundo cuerpo más denso, el emocional. Ya desde el inicio este había resentido las sensaciones de tener a esa montaña artificial encima. Ahora los lazos de apego se manifestaban antes de poder disolverse. Pensaba en sus familiares, en sus amigos más queridos y cercanos y hasta en la relación que en ese momento tenía. Nunca había sido demasiado apegada, era más bien solitaria pero ahora ella, si bien para algunos otros estaba muriendo solo simbólicamente, las energías de su interior en aquella experiencia de muerte eran contundentes y totalmente reales. Además -pensó-, incluso podía suceder que efectivamente muriera físicamente en medio de la soledad y obscuridad totales de aquella caverna. Sus miedos más profundos se manifestaban.
Suvitamente llegaron a su mente las palabras del guardián recomendándole que se encomendara a aquello Superior que para ella representaba el sustento último del plano espiritual.  Así lo hizo e inmediatamente sintió en su interior una profunda Paz. Las ensoñaciones rápidamente regresaron y se mantendrían con ella el resto de la experiencia. No sabía si ocurrían realemnte o si soñaba. Tampoco sabía que esperar o que hacer pues prácticamente no se le habían dado indicaciones de lo que ocurriría ni de como proceder. Solo resonaban en su mente las palabras que le habían sido repetidas con insistencia.
- ¡Estas preparada!.
De pronto se percató de que empezaba a ver la caverna donde se encontraba. Una sutil luminosidad lo envolvía todo y le permitía ver con detalle los objetos que la acompañaban y hasta su propio cuerpo que igualmente brillaba tenuemente. Esa energía brillante parecía ingresar como en forma de remolino por la parte superior, extenderse por toda la caverna y continuar por el túnel de acceso.
 - ¿Veia o soñaba? -se preguntaba-.
En algunos momentos se convencía de que estaba despierta pues podía beber un poco de agua y tomar algo de alimento pero en esos momentos la visión era distinta o no existía. Escuchaba voces, las imágenes se sucedían, su mente confundida en algunos momentos estaba en otras dimensiones y en otros regresaba a una que le era más familiar y todo ello la confundía. Ya no sabía realmente quien era, la percepción de si misma se estaba alterando fuertemente. Incluso por momentos tenía la sensación de que con ella se encontraba un monje tibetano y que era este quien le ofrecía el alimento pero usaba un nombre desconocido para ella. Le llamaba tsampa.
.:. El contacto con el Ser superior:
A partir de cierto momento las comprensiones empezaron a ser muy peculiares. En esa confusa sensación empezó a ver pero como más allá de espacio y tiempo comunes. Parecía que su visión sobrevolara la ciudad pero a la vez sin elevarse. Desde allí veía seres gigantescos dentro de la cueva, y fuera en la ciudad construyéndola. Podía igualmente observar una intrincada red de túneles que entrelazaban las pirámides y continuaban a gran profundidad. Esta red se conectaba con otras zonas más lejanas. Por un momento, como un flashazo aparecían en su mente planetas, constelaciones y estrellas y de alguna manera sabía sin saber realmente de quienes se trataba.
Parecía que las energías de los diversos cuerpos que integraban el sistema solar, entre ellos el Sol, la Luna, Venus, etc. al igual que objetos estelares muy distantes como Oríon, Sirio, Arturo, Las Pléyades, Andrómeda entre otras, fueran sintonizadas por las diversas edificaciones integrando una sutil sinfonía galáctica que vibraba conectada como todo. La ciudad parecía una representación a diferentes escalas de la majestuosa armonía cósmica pero no solo de energías sino de consciencia infinita.
En el microcosmos aquellas edificaciones igualmente eran representantes de un modelo atómico con sus diversas órbitas, en una octava superior el macrocosmos del Sol y las diversas órbitas planetarias hallaban representación e incluso en octavas aun más elevadas la ciudad representaba un macrocosmos más distante donde un objeto estelar representaba al Sol y este último ocupaba lo que correspondería a una órbita planetaria.
Escuchaba sin comprender unas voces que hacían mención de algo como la sagrada proporción Hunab Ku – Kinich Ahau que se repite en múltiples escalas como en el centro galáctico, el Sol alrededor del cual gira nuestro Sol, ciclos anidados dentro de ciclos. Aquella ciudad sagrada parecía custodiar tanto en pétreos volúmenes como en frecuencias un conocimiento cósmico. Teotihuacan a la ves que podía ser visto igualmente podía ser escuchado pero aquello solo era posible con una consciencia ampliada como la que en ese momento las energías de la pirámide le obsequiaban. La ascensión sagrada aunque muy importante, apenas le había permitido vislumbrar muy poco de todo ello, ahora la ciudad le parecía como un gigantesco organismo con corazón y otros órganos, que aunque dormido se encontraba activo y su recorrido, al igual que las caminatas por rutas energéticas, era capaz de intercambiar vitalidad y sobre todo consciencia entre ese colosal ser y el sujeto de escala humana que lo intentaba.
Como dentro de un sueño donde ideas e imágenes se presentan sin respetar secuencia lógica ni temporal, de pronto fue llevada al interior del icono mariano guadalupano que se plasmaba sobrepuesto a la geografía de la república mexicana. Dentro de este se formaban remolinos de energías anidados dentro de remolinos y aparecían formando los vértices de un rombo dos altas montañas de elevadas cumbres, una tercera pirámide de gran volumen aunque no de la zona, sino distante y mientras que un bosque formaba el cuarto punto. Supo de pronto que la zona correspondía a aquella donde se localizaba la pirámide de Cholula y los dos volcanes del centro del país la Iztaccihuatl y el Popocatepetl, pero no lograba comprender que le querían decir. En medio de aquella visión, llegó a su mente el párrafo del Apocalipsis de San Juan, muy en especial las palabras: Encinta, dolores del parto y dar a luz y en ese preciso momento la parte central del disco solar salió del vientre de la Virgen de Guadalupe, la protectora de México.   
Un poco después se vio a si misma llevada por una intensa luz y apareció en una habitación rodeada de seres igualmente de aspecto luminoso que se comunicaban entre si y con ella mentalmente e intentaban tranquilizarla.
Dos de ellos se acercaron y por medio de ligeros movimientos con sus manos parecieron inspeccionar el de Itzel. Pero al observarse a si misma se pudo percatar de que su cuerpo no era el que comúnmente conocía, sino luminoso como el de ellos. Al finalizar aquello que ella interpretó inicialmente como una simple revisión se sentía con más energía y claridad mental.
Itzel se preguntaba interiormente por esos seres luminosos que la rodeaban.
- ¿Son ángeles o  extraterrestres?.
En su mente escuchaba unas inocentes y a la vez jubilosas risas sumadas a una voz que le decía.
- Se nos llama por muchos nombres, pero somos como tú, parte de la raza cósmica, digamos Itzaes. Como en tu caso, nuestra misión es ayudar a la humanidad hacia el retorno al plano espiritual, a la Unidad.
Apareció como de la nada algo así como un pergamino etérico y en él Itzel puedo ver un texto escrito. Parecía como un extraño contrato o un plan y en el se detallaban aspectos de lo más íntimo de su vida. De inmediato reconoció aquello de lo que ya antes había escuchado hablar y que eran los registros akáshicos donde está escrita la vida y el propósito de cada ser encarnado. La voz interior confirmó
- Es uno de los nombres con el que se les conoce en este planeta.
En ese momento parecieron evaporarse tanto la habitación como los seres que la rodeaban, todo se llenó de la luz proveniente de la cristalina y a la vez dorada punta de una pirámide y escuchó un sonido, como un estallido que no pudo comprender y que sonaba como la sílaba
- ¡FTA!.
Tan pronto como los ecos de aquel estruendo que la inundaba finalizaron se sintió absorbida hacia el interior de la pirámide y pudo escuchar unas últimas palabras.
- Regresa pronto si no te mandaremos traer, pero cuando regreses trae abierto el corazón.
Instantes después vio su cuerpo tendido en la caverna acompañado por dos hombres. Un hombre mayor vestido a la usanza de los monjes tibetanos sentado a escasa distancia de ella meditando y al guardián en cuclillas tocando su hombro. Otra voz diferente a las anteriores le decía muy quedamente.
- Señorita Itzel. Ya ha transcurrido el plazo de los tres días.
.:. Regresando de la muerte:
En ese mismo instante se sintió dentro de su cuerpo. Una inmediata sensación de aprisionamiento la invadió aunque rápidamente se disolvió para dar paso a otras más conocidas como el entumecimiento y el frío. Una profunda añoranza la invadió, como si por un momento hubiera regresado a su verdadero hogar.
Sus ojos intentaban abrirse a la vez que poco a poco su cuerpo empezaba a responder y a moverse lenta y torpemente. Algunos segundos después pudo observar la caverna suavemente iluminada y la girar el rostro vio al guardián que la llamaba. Unos metros detrás de él, en el túnel, una veladora iluminaba el espacio. Recordó la presencia que había sentido en más de una ocasión durante la experiencia y volteó la cabeza hacía donde la había visto antes sin encontrarla ni allí ni en ningún otro lugar de la caverna. Sorprendida intentó expresar su asombro pero antes al guardián le dijo en voz muy suave.
- Sera mejor guardar silencio.
Itzel obedeció y ayudada por el guardián se incorporó muy lentamente. Tambaleante caminó unos pasos en dirección al túnel apoyada en el hombro del  guardián. No pudiendo contenerse volteó el rostro buscando al monje, quien no parecía estar por ninguna parte. Al regresar la mirada en dirección a sus pasos, por un instante le pareció que una sombra se había movido detrás de ella pero sin decir nada ni detenerse continuó rumbo a la salida.
El guardián recogió la veladora, e hizo una sutil reverencia. Itzel aun un poco deslumbrada lo imitó pero con los ojos aun entrecerrados y después ambos continuaron rumbo a la salida. Tan pronto estuvo en el exterior se sintió bañada por el atardecer y el fresco aire. Sentía como si las edificaciones fueran ella misma o parte de ella o ellas parte de si.
A corta distancia pudo ver una camioneta y unos metros más adelante reconocía al profesor quien la esperaba para llevarla la hotel. El guardián y el profesor se despidieron con un simple ademán y este último igualmente, sin decir nada le abrió la puerta, la ayudó a subir y arrancó. Durante el corto trayecto el silencio entre ambos se mantuvo.
Ya en el hotel el profesor la acompaño hasta su habitación y solo antes de retirarse dijo.
- Toma todo el tiempo que necesites para descansar y recuperarte, tienes mucho que procesar. Pero si sientes la necesidad en cualquier momento búscame para conversar.

.:. El reencuentro con la ilusoria realidad:
Itzel no lo pensó dos veces y de inmediato se metió a la ducha. Como si fuera la primera vez que su  cuerpo fuera tocado por el agua se quedó dentro alrededor de media hora disfrutando su refrescante contacto. Como deseaba tener una tina y sumergirse en ella, o mejor aun, una cascada y una fosa naturales a la orilla de una montaña o alguno de aquellos refrescantes cenotes de la cálida  y húmeda tierra de su infancia.
Su cuerpo se encontraba aun muy adormecido así que el apetito no la acompañaba. Antes de dormir decidió escuchar algo de la música suave para meditación y relajación que llevaba en su teléfono móvil. Lo retiró del cargador y observó que tenía algunos mensajes y correos electrónicos y solo pensó.
- ¡Ah!. El mundo
Sin la menor intención de atenderlos conectó los audífonos y salió al pequeño balcón de su habitación a contemplar la Luna y las estrellas cuyo brillo recortaba frente a sus ojos la silueta de la imponente ciudad sagrada. Las melodías que escuchaba, aunque muy burdamente, le evocaban la excelsa música de las esferas que durante la reciente experiencia le había sido dado el escuchar.
Ahora los circuitos geo-cósmicos constituidos por las pirámides y la red de túneles subterraneos planetarios que a modo de transmisores y receptores permitían el flujo de las energías celestes y telúricas, y sobre todo su potencial mental y espiritual, eran un asunto mucho más trascendente y real para ella que los celulares y el Internet.
.:. Un nuevo Sol:
A la mañana siguiente, no muy temprano pues se había desvelado disfrutando de aquel momento en el balcón, Itzel se levantó ya con un poco de hambre y se dirigió a comer algo. Dedicaría algo de tiempo, aunque sin nada de interés, a los pendientes y más tarde pasaría a la zona con el pretexto de ver los trabajos, pero sobre todo ahora, como con nuevos ojos, deseaba reencontrarse con Teotihuacan, de otra manera.
Tenía incontables enigmas en su mente y no tenía idea como es que estos iban a resolverse, pero de momento uno en especial resonaba en su interior. Como si los otros no fueran igualmente importantes o más, su corazón sentía urgencia por encontrar esa respuesta. 
- ¿Que tenía que ver un monje tibetano en todo esto?
Cuando intentó revisar los pendientes ineludibles se dio cuenta que en ese momento para ella nada lo era y los dejó para algún otro momento. Básicamente no estaba realmente en esta dimensión aunque quizá así pareciera para todos con excepción del profesor y el guardián. 
Sin embargo los enigmas si la llevaron a intentar con insistencia encontrarse con el profesor. Se puso su sombrero y se encaminó rumbo al emplazamiento que de alguna manera funcionaba a modo de  oficina, centro logístico o cuartel general. Ya en la ciudad sagrada, a la luz del Sol, esta le parecía tan diferente. Sentía que ahora la entendía de una manera más intima, mucho más incluso que antes, aun cuando los trabajos rituales previos mucho le habían revelado. Simplemente no lo podía creer. Había muerto y renacido en las entrañas mismas de la pirámide mayor de aquella ciudad.
- ¿Por que se me permitió ese privilegio. Y ahora que sigue. Cual es mi responsabilidad con todo esto? -se preguntaba interiormente.
Ya cerca del emplazamiento el profesor al observarla se separó del resto del equipo y se acercó a Itzel. Al encontrarse ambos el profesor la saludó  diciendo.
- Me da gusto que ya estés reintegrándote al mundo, pero no te sientas obligada a nada, ya llegará el momento. Recuerda que no tienes ninguna participación formal en el proyecto a menos que algo te interese en especial. Ya todos en el equipo están al tanto de que tienes una asignación especial sin conocer detalles. Eres algo así como mi asistente personal.
- Tienes buen semblante pero ¿Como te sientes?
- Me siento ¡mmmhhh!, realmente no se como me siento profesor -dijo Itzel- estoy y no estoy. Es muy extraña la sensación y no se como explicarlo por eso lo buscaba pues me gustaría conversar con usted.
- De entre todas las interrogante que debes traer en tu mente producto de la reciente experiencia ¿Hay algún tema en especial que te inquiete? -preguntó el profesor.
- Todo sería la respuesta más adecuada -respondio Itzel- pero siguiendo mi corazón le diría que uno en especial.
- ¿Quizá se traté de algo o más bien de alguien que percibiste en la caverna? – apuntó el profesor.
Itzel pensativa se preguntaba en silencio
- ¿Como sabe él que justamente sobre eso necesito hablar?
Sin darle tiempo responder el profesor le dijo
- Creo que la persona más adecuada para dar respuesta a tu interrogante sería el alemán que conociste en la primera reunión. Justamente viene hoy un poco más tarde para ver algunos detalles. Te propongo encontrarnos nuevamente a la 6 de la tarde en el centro logístico, estaremos solos y podremos hablar. Dicho lo anterior el profesor regresó dejando a Itzel con medio día libre y multitud de interrogantes.
.:. Encontrando respuestas:
Algo interno le dijo que caminara la ciudad pero ahora fuera del área explorada y de interés turístico. Se encaminó por una vereda cruzando al lado de los árboles y de pronto llegó a un pequeño montículo donde sintió algo muy extraño, como si una voz interior le dijera detente y siéntate a observar y a meditar. Sin resistirse en lo más mínimo así lo hizo y no pasó mucho tiempo en que,  detrás de ella, apareciera el guardián que la había iniciado y velado por ella sin que supiera siquiera su nombre.
- Buen día nos de Dios señorita Itzel -dijo el guardián expresándose a la usanza de los ancianos del México indígena-. Me da gusto verla tan bien y ya por acá en el mundo.
Itzel sorprendida por la repentina aparición respondió el saludo. Tenía la intención de interrogar al enigmático personaje pero este no le dio oportunidad pues adelantándose le dijo.
- Ya veo que la tierra le empieza hablar. Justo donde se sentó hay un acceso oculto a los túneles. Seguro el lama ese que la acompaña, ese que según se nombra Khadroma, ya le está ayudando.
El hombre se alejó apenas unos cuantos pasos detrás del pequeño montículo. Itzel intrigada se levantó para seguirlo y en ese instante se percató que en medio de la nada aquel hombre simplemente había desaparecido.
No era la primera experiencia de ese tipo que tenía. Ya antes, en contacto con mujeres y hombres de conocimiento, había visto cosas increíbles, esta solo confirmaba sus suposiciones  Aquel hombre era uno de ellos y no deseaba ser conocido ni interrogado. Aparecía, hacia lo que tenía que hacer y desaparecía. Así pues incluso cabria preguntarse cuanto más hacia sin aparecer en lo más mínimo.
Aquella experiencia por un lado la distrajo al respecto de sus pensamientos sobre el monje tibetano.
- ¿Lo habría visto el guardián en la cueva? -se preguntaba
Y por otro le entregó nueva información. Ahora sabía que se llamaba Khadroma, el universo empezaba a entregarle respuestas. Para ello se había preparado durante años por medio de la meditación, para ser capaz de aprender a enfocar la mente y confiar. Sabía que cuando confiamos y abrimos nuestra mente las respuestas nos son entregadas de alguna forma y en el momento preciso. Nuestro yo o ego como un niño, las quiere de inmediato o no puede confiar y entonces duda y se desconecta de la sabiduría cósmica. El Ser conoce el momento que es siempre perfecto pero para ello se requiere fe y paciencia, cualidades poco cultivadas en las sociedades materialistas y siempre con prisas en que vive buena parte del planeta actualmente.
Decidió que seguiría explorando la zona hasta la  hora de la cita, intentando sentir aquellas lineas en el subsuelo. Estas la fueron llevando como a un zahorí en búsqueda de las corrientes subterraneas de agua llamadas veneros, solo que para ello no necesitaba varas o herramienta alguna, su cuerpo le indicaba. Aquello no le era extraño, ya poco a poco por medio de las caminatas había desarrollado su sensibilidad, pero ahora esta estaba sumamente amplificada. La única forma que tenía de comprender lo que ocurría era que en su nuevo estado estaba más cerca de su Ser verdadero formado de energías, y no de la consciencia de ser simple polvo con agua, apenas barro, como la ciencia materialista nos pretende hacer creer que somos. Solo un complejo cocktel bioquímico creado por el azar.
Así la realidad energética era ahora su realidad y no la material. Esa realidad energética y sutil era la vida verdadera, sentía, mientras que ese barro era a lo más como un contenedor, una prisión. Llegó a su mente la imagen de las tarjetas electrónicas de las computadoras u otros equipos que algunos de sus amigos ingenieros le habían mostrado alguna vez. Era imposible distinguir si esas tarjetas llenas de cositas de todas formas y tamaños, tenían energía a no a menos que hubiera componentes móviles como los motores que hacen girar los ventiladores, o esos foquitos de colores que les llaman “LEDs” o alguna bocina que haga ruido. Sin embargo los expertos pueden “ver las energías” de esos circuitos de muchas maneras. Por medio del calor, con equipos con pantallas que muestran cambios eléctricos en forma de pulsos o de ondas, y toda esa energía entra por algún lugar y corre como por caminos, como la calzada por la que ahora caminaba. En cuanto se desconecta un aparato de esos “se muere” sin cambiar físicamente de manera visible, lo mismo pasaba con los seres vivos. Un instante antes están vivos y al siguiente inertes, en un estado al que se le denomina muerte. Y es solo cuando esa energía corporal se retira que la bioquímica se empieza a degenerar. Así que pareciera que la bioquímica por si misma no hace mucho y que las moléculas, más o menos complejas, son solo motorcitos que de alguna manera ayudan a la construcción y mantenimiento del barro. Pero es esa invisible energía, el llamado Prana, la que realmente lleva consciencia y vida.
A la vez que reflexionaba, se sorprendía de si misma. De donde le estaba llegando esa sensibilidad y esa capacidad de comprender por medio de analogías.
- ¿Será que es eso de lo que se trata la expansión de la consciencia, de una capacidad de comprensión Superior que no separa sino que hace que todo sea Uno?.
.:. Pirámides antena:
Seguía caminando  por la calzada y pensó. Como en una escala más grande pero esa ciudad era como un circuito y ella había podido verlo funcionando. Teniendo frente de si ambas pirámides pudo observar algo como un como haz luminoso, aunque no tan intenso como durante su estancia en la caverna.
- ¡Antenas!, claro. ¡La pirámides funcionan como antenas que emiten y reciben!. -dijo Itzel en voz alta haciendo una gozosa exclamación como aquella atribuida a Arquímedes cuando pronunció su célebre Eureka. Tenía claro que la energía entraba en los circuitos geo-cósmicos procedente de …
- ¿De donde?
Su pensamiento se detuvo por un momento. No sabía mucho de antenas ni de electrónica pero sabía que en las ciudades había antenas que radiaban y recibían, lo mismo en los teléfonos móviles o los radio transmisores había antenas que captaban esas energías y las introducían en los circuitos o que las emitían. Otra forma de introducir energía en un circuito era por medio de cable o de baterías y que son las baterías sino sales humedecidas por un medio ácido. En ese momento tuvo una imagen mental que de alguna forma involucraba al subsuelo, las cavernas y los túneles.
- ¿Agua?
- ¡Son muchos los tipos de energías involucrados en todo esto!. Quizá por ello tuve aquella visión como de una sinfonía vibrante e luces -pensó para sus adentros-.
- La tierra y el cosmos están conectados.
En ese preciso instante una visión llegó a su mente. Seres de otro tiempo retiraban las puntas de las pirámides que en Egipto son conocidos como piramidones. Algunas eran escondidas dentro de cavernas, otras eran retiradas a otros planos y otras más eran llevadas fuera del planeta en naves.
- ¿Existirán ciudades como estas en otros puntos del universo, activas, por medio de las cuales las civilizaciones galácticas pueden comunicarse?.
.:. Pensamientos terrenales y celestiales:
Tuvo de pronto un obscuro pensamiento.
- Actualmente las sociedades son controladas por medio de formas de pensamiento difundidas en medios masivos de comunicación electromagnéticos. Radio primero y más recientemente Televisión e Internet, función que ocupaban los diarios anteriormente aunque de manera más local. Esos medios masivos de información supuestamente tenían el potencial de hacer llegar las ideas y el conocimiento a las mayorías, sin embargo poco a poco sus espacios fueron comprados y solo se podía decir aquello que convenía o no afectaba al menos los intereses de los patrocinadores. Así se construyeron y sostuvieron incontables ideologías: Ideologías políticas que alentaron xenofobias, dictaduras, guerras, fraudes electorales, etc.. Ideologías científicas por medio del creciente poder de las corporaciones que con sus enormes recursos financieros manipulan resultados sobre toxicidad de medicamentos e imponen visiones de lo que es la salud y como mantenerla y censuran alternativas más eficientes y económicas con el fin de imponer las que convienen a sus intereses y así obtener rendimientos financieros que son su interés real, no la salud ni la verdad. Lo mismo ocurría, de una manera u otra, en todas las demás áreas donde el poder prevalecía sobre el beneficio colectivo.
- ¿Acaso así se controla el suministro de energías igualmente?. Una energía que puede ser enviada por el espacio sin cables y llegar a todos.
En ese momento llegó a su mente la imagen del piramidón del billete de un dolar y sintió como si su cabeza estuviera a punto de estallar.
- ¿ Y si fue real que alguna vez esa red estuvo activa y permitía la llegada de señales diversas. Desde energías para el uso diario, digamos como para mover motores u otros, así como otras más alta “calidad”?. Transmisiones cósmicas culturales y espirituales, por llamarlas de alguna manera, capaces de ayudar a este planeta a estar más cerca de la libertad, la felicidad, la verdad, el amor, la abundancia. Atributos últimos de la creación Superior, del Espíritu, de la Unidad última.
Si aquello era cierto entonces, entonces los piramidones eran como …
- ¡Claro! -pensó como si tuviera un nuevo Eureka-. Como los detectores de los platos de las antenas parabólicas. Algo así era como funciona un piramidón colocado en la cúspide de una pirámide. Y sin  el  detector en el plato es imposible captar las señales satelitales, aunque las energías estén allí concentradas por la forma. Retirar los piramidones, las puntas, de las cumbres de todas la pirámides del planeta sería como inutilizar las comunicaciones satelitales del planeta. Nos dejaría incomunicados del otras civilizaciones cósmicas, mientras que activos esos circuitos planetarios sería posible que, de alguna manera, elevadas civilizaciones se intercomunicaran por medio de algún tipo de vibraciones que recorrerían e inundarían el planeta y a sus habitantes.
Así como se han implantado modelos de vida por medio del cine y la televisión los últimos cien años. Esa red, de existir, permitiría acceder a otros modelos de existencia en el Universo. Por ello los imperios y los dictadores han buscado siempre censurar el acceso a perspectivas diferentes a la que convienen a sus intereses pues un acceso abierto los destruiría.
- Entonces quizá no eran esclavos lo que construían las pirámides, los esclavos son usados para evitar que se reconstruyan. Son las mujeres y los hombres libres los que restauran los circuitos piramidales que conforman la red geo-cósmica, una y otra vez, en este y otros planetas.
- ¿Como le estaba llegando todo aquello y de donde lo recibía?
- ¿Lo estaba recibiendo en parte al caminar por aquella calzada?.
.:. Una etapa dorada para la humanidad:
Algo de Teotihuacan continuaba vivo como lo vio en la caverna. Por eso decía el profesor que ese acto de reconstrucción hace un siglo había sido fundamental para la conservación del espíritu de México y la elevación de la consciencia planetaria en el siglo XX.
- ¿Y si Teotihuacan se restaurara completamente?. Como se afectaría la consciencia tanto local como globalmente.
- ¿Y si todas las zonas energéticas del mundo se restaurarán?. No sería eso inicio de un etapa de dorada para toda la humanidad.
Ahora empezaba a comprender por que había una agenda mundial en contra de la arqueología que ampliara la perspectiva histórica más allá de una antigua humanidad viviendo en cavernas y utilizando herramientas de piedra y más tarde haciendo pirámides tumba con endebles herramientas de cobre. Toda referencia a civilizaciones avanzadas del pasado, más allá de algunos milenios era tajantemente rechazada.
En ese momento recordó que se hablaba de un principio que hacía referencia a que ningún conocimiento avanza de manera independiente, lo cual tenía sentido pues las diversas tradiciones hacen referencia a que la mente era solo Una, así que el aceptar avances para la humanidad como los que implicaban las pirámides y que ahora comprendía implicaba igualmente un avance hacía medicinas energéticas, energías libres, etc., etc..
- ¿Realmente la conspiración estaba tan obviamente plasmada y a la vista de todos en el billete de un dolar, del imperio, y los intereses bajo control eran financieros?.

- Esos intereses querían desconectar a México de sus raíces, de su espíritu, para anexárcelo y así evitar que se cumpliera una vieja profecía de unidad latinoamericana, del águila del Norte y el Condor andino del Sur, y no surgiera una raza cósmica a través de la cual pudiera hablar el Espíritu, como decía el escudo de la Universidad Nacional Autónoma de México diseñado por José Vasconcelos.
En medio de todas aquellas reflexiones que le llegaban como revelaciones se percató que ya casi era momento de su cita, así que se encaminó al lugar de la misma.
Llegó algunos minutos antes y se encontró al profesor conversando con el alemán afuera de la carpa central. No queriendo interrumpir evitó acercarse demasiado, pero el profesor al verla le dijo.
- Ven Itzel, te esperábamos.
En ese momento ella se dio cuenta que aquella reunión no sería tan privada. Ya reunidos los tres el alemán le dijo.
- ¡Hola Itzel!, gusto en verte nuevamente. ¿Recuerdas?. Nos conocimos en la reunión.
Itzel respondió
- Si, claro que lo recuerdo aunque no su nombre.
- Dime Johann y háblame de tu, por favor. Se que has tenido unos días bastante intensos ¿No es así?.
Ahora Itzel sabia el nombre de aquel personaje y que este sabía algo más sobre ella.
- Pu..ee..ss, si -dijo titubeante-, un poco.
Ante la respuesta de Itzel, el profesor supo que la presencia de Johann podría desanimarla a sentirse en confianza así que de inmediato llevó la plática al punto que sabía que para ella sería medular.
- Hay una historia muy importante que debes saber sobre un lama tibetano. Y le pedí a Johann que nos acompañara pues nadie mejor que él para contártela. Creo que esa historia te será muy interesante.
Al escuchar aquellas palabras del profesor, la actitud y hasta el semblante de Itzel cambiaron radicalmente y dijo.
- ¡Si!, si, me interesa mucho. Por favor Johann cuéntame.
Antes de que el aludido empezara, el profesor tomó la palabra y dijo.
- El viento frió de la tarde empieza a dejarse sentir. Tomemos sillas y una lámpara y vamos al almacén que está en aquella carpa. Allí estaremos más cómodos y además podremos mostrarte algo.
Después de recoger lo necesario en la primera carpa, se dirigieron a instalarse en la segunda, extrañamente separada de la primera algunas decenas de metros y siendo la segunda un poco más pequeña que la primera. Al entrar Itzel observó que buena parte estaba ocupada por equipo y cajas de madera destinadas a su embalado. Colocaron las sillas y la lampara y finalmente se sentaron a conversar. El profesor entonces dijo.
- Bien, podemos continuar, perdón por la interrupción -y entregando la palabra se dirigió a Johann haciendo un ademán con su mano a la vez que decía.- ¡Adelante, por favor!.
Itzel expectante observaba en silencio a Johann quien con la cabeza ligeramente baja, frotaba sus ojos a la vez que decía.
.:. Los años perdidos de Khadroma:
- Es una larga historia e igualmente fascinante que puede ser contada de muchas maneras, como todas, pero trataré de hacerlo por lo que yo considero debiera ser el principio. El personaje del cual te voy a hablar es de un lama tibetano llamado Khadroma.
En el preciso instante que Itzel escuchó el nombre sus ojos casi se desorbitaron. No comprendía que ocurría, parecía que todo el mundo allí sabía algo relacionado con ella y que no lograba comprender. El guardián, el profesor y ahora este alemán. 
- ¿De que se trata todo esto? -pensó Itzel sin decir nada-.
Johann continuó diciendo
- Recuerdas que durante la primera reunión se hizo mención de que era un grupo privado quien financiaba el proyecto. Entre los integrantes se encuentran extranjeros, algunos alemanes quienes como es mi propio caso, somos descendientes o tenemos parentesco con aquellos que en su momento igualmente financiaron o participaron en la escaramuza para rescatar el Dalai Lama.
- Durante aquella estancia en Lhasa les fue presentado un lama tibetano que tenía una muy especial misión en México. El salió de la ciudad con aquel grupo rumbo a las montañas y después partió al exilio, en Dharamsala al Norte de la India, donde se encontraba su santidad. Allí permaneció algún tiempo.
- Diversos enlaces previamente establecidos entre el Tíbet y México le permitieron viajar rumbo a las lejanas tierras donde debía cumplir su misión vinculada con la entrega del conocimiento para la reactivación del sistema geo-cósmico de pirámides y túneles del cual ahora seguro ya debes saber muchas cosas y podemos comentarlo contigo pues ya fuiste iniciada, de otra manera todo este conocimiento es meramente especulativo y solo se presta a confrontación y discusiones entre egos. 
- Rumbo a México, su destino final, nuestro grupo financió igualmente largas estancias de este lama siguiendo la lineas energéticas de los circuitos piramidales en prácticamente la totalidad de los continentes. Ubicando, sobre todo, aquellas construcciones que se desconocen o bien que aunque conocidas oficialmente son mantenidas intencionalmente en secreto.
- Por supuesto, la mayor parte de su vida la ha dedicado a su misión fundamental, entregar su conocimiento a México y para ello ha recorrido buena parte de la zona del centro del país hasta el Este, la llamada zona maya. Además de esta última, han sido de su muy especial interés la zona delimitada por los volcanes Iztaccihuatl y Popocateptl y la pirámide de Cholula. Y por supuesto Teotihuacan, Tula y El valle sagrado de Tepoztlán, zona en la que se concentró muy en especial los recientes años sobre todo ahora que se ha hecho algo mayor.
Itzel, totalmente atenta a aquella interesante narración, evidenciaba una ambivalente expresión en su rostro que hablaba tanto de agradecimiento por las confirmaciones recibidas como de sorpresa al escucharlas.
- Esos recientes años -continuó Johann- informó que aparecería una persona, a la cual él debería entregarle su conocimiento a fin de que continuara la encomienda que lo había traído a estas tierras. Le había sido revelada la importancia de que el conocimiento fuera transmitido a una mujer, pues reactivar el papel de lo femenino era fundamental en estos tiempos para así recuperar el equilibrio y trascender la dualidad. El momento en que el lama entregó esa información fue algunos días antes de que tu te acercaras al profesor, y las descripciones de la persona esperada correspondían justamente con las tuyas.
Itzel no podía esconder su sorpresa pero estaba igualmente paralizada ante aquellas revelaciones, así que aunque tenía mil preguntas mantenía completo silencio e intentaba seguir a Johann con atención. Sin embargo algo que había percibido inconcientemente en el extremo de la carpa desde su ingreso y que sentía como que la llamaba, la distraía un poco.
- Desde hace tiempo Khadroma se encuentra en un bosque donde existe una entrada mucho muy especial conectada a la red de túneles y portales geo-cósmicos de la zona del centro de México. Allí se está preparando en total soledad para dejar su cuerpo de manera consciente y voluntariamente y terminar sus días en este plano. Ello ocurrirá muy pronto.
En ese momento Itzel no pudo contenerse y preguntó
- ¿Pero entonces, como va a entregar su conocimiento?. Será necesario ir a donde él se encuentra.
El profesor y Johann cruzaron una mirada por un momento y fue ahora el profesor quien continuó diciendo.
- Esa sería la conclusión más lógica para cualquier persona, pero estoy seguro que tu tienes muchos más recursos en tu mente producto de tu trabajo previo espiritual y de expansión de conciencia, pero sobre todo por tu más reciente experiencia.
.:. Los que regresan de la muerte:
Itzel no estaba segura de comprender pero dejó continuar al profesor en vez de interrumpirlo con preguntas.
- El lama se ha preparado para dejar su anciano cuerpo físico y ocupar otro más adecuado que haya quedado disponible por una muerte.
Sintiendo que no lograba comprender nada en absoluto, Itzel tuvo necesidad de preguntar
- ¿Pero si una persona muere como es posible que …?
Justo en ese momento recordó sus propias reflexiones al respecto de las sutiles energías que activaban la materialidad que constituye el cuerpo físico y que sustentan la vida realmente. La mente de Itzel intentaba procesar todo aquello mientras Johann y el profesor se mantenían en paciente silencio a la espera de que ella misma llegara a sus propias conclusiones. Después de algunos segundos recordó que se la había hecho mención de que ella debería morir y que solo así la iniciación sería exitosa. Una pregunta surgió de manera natural.
- ¿Pero entonces quien soy yo ahora?. No comprendo -dijo Itzel finalmente-. Sí, es cierto que me he percibido muy cambiada, me he dado cuenta que he perdido el interés en cosas que antes me parecían muy importantes y que ahora sé cosas nuevas sin saber como, pero recuerdo mi nombre y todos detalles de mi vida, por ejemplo.
- ¡Sigo siendo yo misma!. ¿O no? -afirmó Itzel a modo de interrogante-.
El profesor respondió diciendo
- La pregunta más fundamental detrás de esto creo que sería. ¿Que es lo que constituye o conforma al ego, la personalidad o a la idea del yo?. La transmigración, como se le conoce al proceso al que estamos haciendo referencia en este momento, toma un largo tiempo. Las escuelas de conocimiento hablan de un proceso de siete años indispensable para lograr la transformación de cualquier individuo. El ritual de muerte renacimiento de tres días en total obscuridad activa un mecanismo interno que permite la retirada de las energías preexistentes y la entrada de otra nuevas que impregnan al cuerpo en el momento del nacimiento. Lo mismo ocurre con cualquier muerte, solo que cuando es necesario crear otro cuerpo físico su desarrollo toma muchos más años.
- Quizá has escuchado sobre personas que tienen muertes clínicas o que después de un estado de coma con frecuencia regresan profundamente transformadas, en su forma de sentir, de pensar e incluso sus relaciones afectivas, gustos e intereses se modifican tan radicalmente que sus propias parejas, amigos y familiares los desconocen.
Itzel poco a poco integraba esas ideas dentro de si conscientemente, pero le surgían más preguntas.
- Pero esas personas que regresan entonces ¿Quienes son, quienes se meten dentro de ellos, puede ser cualquiera o como?.
El torrente de preguntas que salía por la boca de Itzel evidenciaba por un lado la intensa actividad de su cuerpo mental re acomodando nueva información sobre la muerte de su yo, proceso que igualmente afectaba a su cuerpo emocional alterándolo. Esa sabiduría interna que ha modo de semilla germinaba en ella la llevó a decidirse detener sus preguntas, respirar profundamente y guardar silencio. Segundos después se encontraba un poco más tranquila y entonces el profesor retomó la palabra.
- La perspectiva espiritual que permite comprender que la muerte no existe, igualmente hace evidente que existe un orden último y Superior que todo lo rige. Por tanto ningún espíritu puede tomar un cuerpo a menos que quien lo ocupa abra las puertas voluntariamente de alguna forma, consciente o inconsciente. Ya habíamos mencionado las drogas y el alcohol, por citar solo dos ejemplos. Esas personas que regresan del coma o de la muerte clínica lo hacen por que tienen una misión que terminar y para ello deciden regresar a sus cuerpos, algunas veces ellos mismos, otras veces digamos acompañados y en otras, al sentir que ya no les son útiles o al saber que han terminado sus misiones, aceptan entregar sus cuerpos a otros seres con el fin de que puedan aprovecharlos y llevar a cabo su propia misión. Esa es una ventaja muy importante.
- Por ejemplo, si una persona que habla cierto idioma, vive en cierto país y tiene cierto empleo o conocimientos o relaciones y ciertos medios de vida entrega voluntariamente su cuerpo, el ser que lo toma puede aprovechar todo ese bagaje para expresarse y realizar una misión. De otra forma el nuevo ser que se va a expresar en esta dimensión o realidad debe escoger los padres para nacer y vivir la vida que le corresponde, pero para llegar a ciertos niveles de desarrollo, por ejemplo ser capaz de hablar o aprender a leer y a escribir o llegar a ser considerado adulto y ser tomado en cuenta puede requerir más años. Aunque igualmente hay siempre casos extraordinarios que vienen a enseñarnos a romper barreras mentales y que son considerados niños genios por ejemplo, como los grandes maestros.
- El recuerdo y el olvido son solo ilusiones de la mente individual, del yo. Recursos convenientes pues sería agobiante recordarlo absolutamente todo. Como en el caso de una computadora, ello consumiría demasiados recursos y entorpecería el funcionamiento del sistema. Pero la Mente Universal, donde se conserva todo el conocimiento, de forma análoga al Internet, puede ser accesada según se requiera y en todo momento a menos que existan bloqueos. Esa mente universal capaz de contener toda la información de todo espacio y momento del pasado presente y futuro es conocida de muchas formas, entre ellas registro Akáshico.
Al reconocer Itzel aquella palabra algo en su mente se acomodó de manera muy importante y se empezó a dar cuenta de manera muy profunda de que efectivamente existía un orden Superior que todo lo regulaba. Aquella contundente y esperanzadora revelación le proporcionaba una gran sensación de paz.
El profesor continuo diciendo
- Como ves este proceso de reintegración será largo y surgirán muchos estados internos dentro de ti y ello puede ser fuente de gran confusión en algunos momentos. Pero a diferencia de lo que ocurre comúnmente con un bebe que tan solo puede llorar, balbucear, gatear y aprender torpemente a usar su nuevo vehículo en tanto olvida y finalmente llega a integrar sus nuevas energías y se siente unificado como un yo en este plano, tu tienes numerosos recursos. Puedes escribir un diario o tus reflexiones y vivencias, o puedes utilizar la pintura como recurso para plasmar las imágenes que te lleguen o quizá tu vehículo sea la música o la danza. Hay incontables formas de expresión del Ser y seguro tu encontraras las más adecuadas para ti y para realizar tu propia misión. Ellas te serán reveladas solo debes confiar en tu sabiduría interior y en tu ser superior en contacto con el Ser Supremo.
En ese momento Johann quien se había mantenido en silencio dijo.
- Pero si sientes que en algo te podemos ayudar igualmente ten la certeza de que puedes contar con nosotros. Estamos para ayudarte, recuerda que sabemos de tu misión y por ello te hemos invitado pues la compartimos de muchas maneras. Eres muy importante para nosotros pero igualmente eres totalmente libre y solo debes hacer aquello que sientas en tu corazón y nada más. No fuimos nosotros quienes te elegimos, sino el Espíritu Supremo, el Orden Superior.
.:. La red de túneles y cámaras de Teotihuacan:
Con una  mirada de complicidad Johann volteó el rostro hacia el profesor y dijo
- Creo que este es el momento perfecto para mostrarle a Itzel la parte oculta dentro del proyecto oficial.
Sin decir nada ambos se levantaron y se dirigieron hacia el extremo de la carpa donde se encontraban apiladas varias cajas de madera de embalaje del equipo. Una a una las fueron colocando en el otro extremo cerca del acceso a escasa distancia y una vez retiradas, el profesor y Johann se agacharon en la esquina recién liberada a la vez que le decían a Itzel
- Por favor, acerca la lámpara.
Itzel al acercarse con la luz pudo ver como ambos removían por último unos gruesos tablones de madera que servían de improvisado piso para dar soporte a la cajas a la vez que disimulaban una entrada y hasta ese momento se volvió consciente de lo que estaba percibiendo desde hacia un buen rato.
- Este es uno de las tantos accesos que existen al sistema de túneles y cavernas debajo de Teotihuacan -dijo el profesor- y que los guardianes mantienen ocultos. Este es el verdadero propósito del proyecto y no es necesario escavar grandes extensiones ni usar equipo costoso y sofisticado para explorar dando palos de ciego como ahora tu sabes. El papeleo y todo el equipo es para cumplir con el sistema establecido actualmente y supuestamente dar seriedad a las investigaciones arqueológicas de manera “rigurosa y científica” según intereses y criterios predominantes y así tener el permiso de acceder a sitios sagrados como este secuestrados por unos cuantos poderosos y entonces, a escondidas, poder hacer arqueología verdadera e interesante. Para eso es la otra carpa, el centro logístico digamos. Pero no todo es pérdida de tiempo, dinero y esfuerzo pues esos equipos permitirán tomar valiosos datos que contrastaremos con otros datos satelitales de nuestros archivos. Al final reportaremos solo aquello que nos indiquen los guardianes que se puede dar a conocer y de lo que se reporte todavía falta el veto oficial, por eso los artículos no nos interesan en absoluto, son meros trámites para justificar finalmente nuestra estancia.
El profesor penetró primero con la lámpara, seguido por Itzel y por último Johann. El angosto y húmedo túnel se ensanchaba ligeramente a medida que descendía. Algunas decenas de metros después los llevó a una pequeña caverna la cual se conectaba con otros túneles. Se detuvieron y el profesor dijo.
- Por diversas razones no es posible recorrer en este momento todo el circuito. Solo deseábamos llegar hasta este punto y mostrártelo.
Itzél tenía muy intensas sensaciones. Por un momento cerró los ojos y viendo de otra manera dijo.
- Estos túneles forman una red muy extensa y profunda. No solo interconectan las edificaciones de esta zona de manera local.
Una cegadora visión interna la llevó a guardar silencio abruptamente. En su mente apareció la imagen de algo así como haces luminosos que conectaban las cimas de las tres pirámides. No estaba segura pero algo interno le decía que estaba vinculado como con el llamado cinturón de Orión. Casi de inmediato volvió a aparecer aquella imagen de la Virgen de Guadalupe sobrepuesta en la zona central del mapa del territorio de México que se le había presentado en la caverna durante la iniciación. Un cuarto haz asociado a la misma constelación parecía conectar con otra inmensa edificación pero que no lograba ubicar del todo. Al percibir intensas energías circulares anidadas de forma concéntrica que igualmente se conectaban con el cosmos y reconocer la cimas de los dos volcanes principales tuvo inmediata certeza de que la edificación era la pirámide de Cholula.
Itzel abrió los ojos. Su rostro mostraba la luminosa expresión de haber recibido una gran revelación que la mantenía muda. El profesor sirviendo de su interlocutor dijo.
-¡Así es!. Cuando la verdad sea liberada y salga a la luz seremos vistos por nosotros mismos y nuestras futuras generaciones como unos ilusos que creían en modelos como el de la tierra plana hace algunos siglos. Entonces accederemos a un nuevo modelo del Universo y comprenderemos como se puede viajar por él, ese será el tiempo de la Ciencia verdadera, con mayúsculas. Una ciencia espiritual que nos permitirá reencontrarnos con nuestros hermanos mayores de otras dimensiones y sobre todo con la Unidad principio y fuente de la creación universal.
- Pero por ahora será mejor que regresemos al hotel a descansar. Ha sido un día largo e intenso -dijo por último el profesor-.