México, el tercer corazón Parte 3 – Teotihuacan, el lugar donde “los hombres” se convierten en dioses

.:. Un cita en Teotihuacan:
Habían transcurrido algunos días y la mente de Itzel no paraba de hacer asociaciones y rememorar eventos, y entre más reflexionaba más comprendía y, paradójicamente, también menos comprendía. Pero una insistente pregunta rondaba en su mente.
- ¿Por qué el profesor le había dedicado tanto tiempo y la había guiado con tanto cuidado? ¿Qué es lo que él veía en ella?
Continuaba Itzel en medio de todas aquellas reflexiones y había llegado ya el fin de semana. Por la tarde, mientras descansaba, sonó el teléfono móvil.  Itzel buscó el aparato para responder y entonces se percató que era el profesor quien la llamaba, quien después de saludarla le dijo
- Acabo de enviar un correo electrónico dirigido a todos los participantes del proyecto para encontrarnos el Lunes  próximo en Teotihuacan para la primera cita de trabajo formal en el sitio. En el mensaje adjunto podrás ver todos los detalles pero a ti me gustaría verte mañana Domingo frente a la pirámide del Sol al mediodía, ojalá puedas asistir, yo estaré allí de cualquier forma -y sin dar más explicaciones dijo por último antes de finalizar la llamada- ¡Te espero!
Aquella reciente llamada se sumaba a las reflexiones de los días previos, ahora no tenía duda alguna, los comentarios a lo largo de los meses, durante las visitas a zonas o durante la reciente presentación le hablaban de que aquel profesor sabía algo más y de diversas maneras quería compartirlo con ella.
- ¿Por qué, para qué? -Pensaba que quizá estaba próxima a recibir las respuestas que buscaba finalmente.
Esa noche antes de acostarse preparó una pequeña mochila con lo más indispensable para partir al día siguiente rumbo a aquella enigmática cita que le producía una ligera sensación de inquietud, sólo se tranquilizaba al recordar que era su querido maestro quien la citaba. No era la primera visita que realizaba a Teotihuacan. Había entrado a la ciudad primero como una turista más, posteriormente como una estudiante de arqueología de primeros semestres e incluso había realizado caminatas y ascensiones rituales guiadas en Teotihuacan. Experiencias que para ella eran por demás contradictorias pues no pocos de sus maestros hablaban de que esas prácticas además de absurdas, deterioraban las milenarias construcciones con tanto esfuerzo restauradas, pero de alguna manera en ellas encontraba respuestas interiores que tanto los textos como los profesores no le daban.
Lo que sí le era claro era el hecho de que aquellas edificaciones del pasado no se habían realizado para en un futuro darle trabajo a los arqueólogos, quienes las restaurarían para que las visitaran los turistas y el país o algunos funcionarios obtuvieran recursos económicos. Seguro su propósito era otro y no se necesitaba ser ni muy inteligente ni muy intuitivo para poder apreciar que ese propósito debía ser Superior, pues la magnificencia de los sitos hablaba por sí misma y de manera elocuente de la existencia allí de una muy elevada consciencia.
Después de una reparadora noche de sueño se levantó por la mañana temprano para dirigirse en autobús rumbo a Teotihuacan y alrededor de dos horas después se encontraba ya en la zona en el acceso que está frente a la pirámide del Quetzalcoatl y la plaza denominada La Ciudadela. Itzel prefería ingresar por allí y lentamente caminar por la calzada central, conocida comúnmente como camino de los muertos o camino procesional. Procuraba transitarlo lentamente en dirección a la Pirámide de la Luna, disfrutando de la vista de las grandiosas edificaciones que conformaban aquel entorno así como del paisaje, y más con una visión de conjunto que buscando perderse en los detalles,  con ello, algo dentro de sí se sentía como transportado a otra dimensión.
Producto de aquellas practicas rituales había aprendido a usar la caminata como una forma de meditación que le permitía alcanzar un estado de mayor paz y sensibilidad con la cual le era posible ver algo que de otra manera era invisible a su percepción. En un estado cotidiano de consciencia aquellas eran tan solo piedras muertas que, acumuladas en montículos, conformaban edificaciones del pasado. Mientras que, en un estado de consciencia acrecentada, la monumental ciudad parecía estar viva, como la catedral, y funcionaba como un todo orgánico donde energías cósmicas y telúricas se entremezclaban en una danza infinita de consciencia y vida capaz de trascender el espacio y el tiempo cotidianos.
Ella sabía que una consciencia acrecentada como aquella, aunque de mucho menor calidad, podía ser obtenida por medio de agentes externos, como por ejemplo las llamadas plantas de poder entre otras substancias, incluidas las artificiales mucho más nocivas. Por la intermediación de estas substancias, percepciones similares podían ser rápidamente accesibles pero -más temprano que tarde- ese mismo vehículo cobraba su precio, el cual generalmente era muy elevado, como lo había visto con algunos de sus propios compañeros, pues por esa vía, sostener el estado requiere de la dependencia del sujeto que rápidamente degenera pues aquella consciencia realmente no le pertenece sino que tan solo le es otorgada por un momento y se va diluyendo poco a poco y cada vez más y más. Lo cual no ocurre con el camino de la tradición, tendiente a elevar la consciencia del sujeto por medio de su propia alquimia interna, en vez de buscar acrisolar al sujeto, como las campanas de los alquimistas o las piedras de los canteros -que son purificadas por medio de un tenaz esfuerzo tendiente a la elevación del Ser, que lo lleva entonces a un estado superior de consciencia de manera permanente. Por ese motivo los pueblos de tradición verdadera eran tan responsables y cuidadosos en el empleo de plantas que para ellos eran consideradas sagradas, pues de otra manera pueden ser incluso vehículo de entidades de consciencia muy poco evolucionada.
Como era día Domingo podía ingresar a la zona gratuitamente sin que ni siquiera fuera necesario que presentara la credencial que la identificaba como estudiante de arqueología. En silencio dirigió un pensamiento de gratitud y petición de permiso por tener el privilegio de volver a ingresar en aquella majestuosa, enigmática y sagrada ciudad y encaminó sus pasos hacía la ciudadela. Al observar que tenía tiempo sobrado para el citado encuentro, se dirigió hacia el centro de la plaza y subió la pequeña edificación. Desde allí muy lentamente, a modo de saludo, giró hacia las cuatro direcciones al tiempo que el Sol y el viento acariciaban su rostro y movían su cabello. Al finalizar se detuvo con la vista dirigida hacia la pirámide del Sol, respiró hondamente y regresando a la calzada, caminó en dirección a su cita al pie de dicha pirámide sin tener conocimiento alguno de lo que el destino le deparaba.

Con aquel lento caminar, una media hora después aproximadamente y un poco antes del medio día, Itzel se encontraba finalmente frente a la pirámide y pudo ver de inmediato a su maestro acompañado por dos personajes todos ellos muy interesados en cierto punto del frente de la estructura ubicado a nivel del suelo. Uno de ellos le era familiar, era el enigmático extranjero que había fungido como anfitrión en la reciente reunión, pero el otro le era totalmente desconocido hasta ese momento. Solo podía observar que era un hombre de tez cobriza, mediana edad y sencilla vestimenta que al igual que sus acompañantes usaba sombrero, como la propia Itzel lo hacía a fin de protegerse del intenso Sol.
Se acercó al profesor quien afectuoso la saludó al igual que los personajes que lo acompañaban pero sin presentarse. Mientras el profesor la interrogaba amablemente al respecto de las experiencias de los días previos y su reciente viaje, los otros dos hombres en total silencio se limitaban a observarla, como estudiándola, pero de una forma que si bien a Itzel le intrigaba no le hacía sentir incómoda.
Algunos pocos minutos después el hombre de piel cobriza en silencio hizo un movimiento afirmativo con la cabeza de manera repetida que fue evidente para todos, incluso para la recién llegada. Segundos después el hombre de aspecto extranjero se disculpó diciendo.
- Profesor, vamos a adelantarnos para ir preparando algunos detalles en tanto usted la empieza a poner al corriente, más tarde nos encontraremos.
Dicho lo anterior ambos hombres hicieron un leve ademán inclinando sus cabezas, tocando con sus manos sus respectivos sombreros a modo de despedida. Acto seguido se retiraron alejándose de la zona.
.:. El corazón de la pirámide:
Una vez solos el profesor se dirigió a Itzel quien ahora se encontraba aún más intrigada que antes diciéndole
- Seguro te peguntarás por el propósito de esta cita previa al arranque oficial del proyecto el día de mañana. ¿No es así?
Por supuesto que ella estaba intrigada, hasta el momento de la reciente reunión no se le había dicho nada y en los días posteriores a la misma tampoco. No sabía en qué consistiría su participación, ni se le había pedido que realizara algún tipo de búsqueda bibliográfica o que trasladara consigo algún material o equipo a la zona. Absolutamente nada. 
- ¡Así es profesor! -respondió Itzel- llevo varios días reflexionando en todo lo que he aprendido en estos meses desde que me acerqué a usted. Me he cuestionado sobre el propósito de todo esto y he llegado a la conclusión de que hay alguna razón pero que aún no logro comprender. ¡Explíqueme por favor! -dijo por último.
El profesor tomó el pañuelo de algodón estampado, conocido comúnmente como paliacate, que envolvía su cuello y con él limpió primeramente sus lentes y posteriormente el sudor que cubrían su frente y parte de su rostro. Entonces pausadamente empezó a responder diciendo.
- ¿Recuerdas que hace tiempo te entregué información asociada al túnel, que se encuentra debajo de está pirámide y que incluía diversas perspectivas, entre ellas la arqueológica, la geológica, la geofísica y hasta la arqueoastronómica?
- Así es  -dijo Itzel- lo recuerdo perfectamente. Ese material tan interesante que me hiciera favor de entregarme lo estudié detenidamente y lo conservo.
 - Recordarás igualmente que junto con ese material te entregué fotocopias de algunos textos alejados de la versión oficial de la arqueología y hasta de la ciencia como se concibe actualmente. Entre ellos se encontraba uno titulado “El despertar de Teotihuacan”  escrito por el mismo autor que se mencionó en la reunión, “el testigo” de Regina.
Itzel intentó recordar y entonces dijo a su maestro
- ¡Si, claro que lo recuerdo!. En ese texto el autor hace mención de cómo Regina, acompañada por los cuatro guardianes, visita Teotihuacan, entra al túnel que se encuentra debajo y realiza un ritual cuyo objetivo era activar el corazón de la pirámide, dormido desde hacía milenios. También se menciona en el texto cómo la dakini -así se le dice en tibetano a los seres celestiales según recuerdo, ¿no profesor? – y sin esperar respuesta Itzel continuó diciendo: Va encontrando y describiendo unos circuitos energéticos bloqueados por unos sellos que algún día deberían ser rotos para liberar la energía de la pirámide, pero que en ese año de 1968 no era aún el momento ni era ella a quien le correspondía hacerlo. ¿Algo así profesor?
El profesor quien escuchaba atentamente, se limitó a decir
- Lo que acabas de mencionar, aun cuando deja fuera algunos detalles importantes, podría considerarlo una buena síntesis del texto. Vayamos a esos detalles.
- La primera contradicción que pondría en serio cuestionamiento la credibilidad del autor y con ello una vez más  a sus personajes es el hecho de que ese túnel no fue dado a conocer oficialmente sino hasta dos años después. ¿Estamos de acuerdo?
Itzel intentaba seguir el razonamiento de su maestro quien ahora parecía enfocarse en contra de los hechos relatados en dicho texto. El razonamiento era simple y la conclusión evidente. Así que Itzel solo dijo
- Entonces profesor, ¿Todo eso es falso?
El profesor, como era su costumbre, no trató de decirle a su alumna cual era la respuesta y menos pretender que la suya era la única correcta, simplemente se limitó a responder con una nueva pregunta
- ¿Recuerdas que durante la reunión hablamos de la existencia de secretos guardianes, como los que se mencionan en los textos, mismos que se encargan de liberar en el momento y, a la persona oportuna,  la información que les fue transmitida por otro guardián y que en muchas ocasiones ha sido custodiada desde incontables generaciones atrás? 
- ¡Si claro que lo recuerdo! -confirmó Itzel.
A modo de un último comentario sobre el tema el profesor dijo.
- El hombre de tez morena que nos acompañaba hasta hace unos momentos conoció al guardián que en su momento entregó la información sobre la existencia de ese túnel para que se difundiera. En 1968 trabajaba como peón en esta zona y ahora él colabora con nosotros en el proyecto.
Itzel por un lado cada vez tenía más información y conocía más detalles que la sorprendían, pero por otro lado, ninguno de ellos le permitían comprender aún en forma alguna los propósitos, ni del proyecto ni de aquella cita.
El profesor, apuntando con su dedo índice dirigido hacia una pequeña entrada cubierta por una tapa ubicada al frente de la pirámide, continuó diciendo
- Ése es el acceso al túnel que lleva a la cámara bajo la pirámide y que se mantuvo en secreto hasta 1970, año en que fue dado a conocer y, oficialmente al menos, es el único, pero de hecho no es así y ése es en parte el propósito de nuestro proyecto -dijo el profesor como leyendo la mente de Itzel, la cual por un pequeño instante creyó comprender finalmente de qué se trataba para luego confundirse aun más cuando le escuchó decir
- En este proyecto tú tienes un papel fundamental.
Al escuchar aquello Itzel no pudo mas que preguntar
- Profesor, por favor acláreme todo esto pues por más que trato no logro terminar de entender de qué se trata todo esto de las pirámides, los túneles, los guardianes, los proyectos ocultos tras proyectos oficiales y ahora, además, resulta que yo -apenas una arqueóloga en formación- casi sin experiencia y hasta bastante decepcionada de su carrera, tiene ¿un papel fundamental? Si no lo conociera y lo respetara creería que todo esto es un broma.
.:. Ascendiendo la pirámide del Sol:
El profesor, como era su costumbre, pasó a las respuestas fundamentales haciendo caso omiso de los comentarios personales.
- Vamos a ascender a la pirámide y mientras lo hacemos iremos conversando. Allí intentaré dar respuesta a tus preguntas, una perspectiva más elevada ayudará a que nuestras mentes se aclaren. No es posible que hagamos un ascenso sagrado solos tú y yo pues como ves, algunos de los accesos laterales ahora se encuentran bloqueados.
Aquella observación de su maestro hizo que Itzel pusiera atención a los diferentes niveles y se percató que efectivamente ahora existían improvisadas barreras del lado izquierdo manufacturadas con tubos metálicos que impedían el recorrido perimetral pero sólo en algunos de los niveles, mismos que hasta hasta hace poco no existían.¿Acaso había realmente un plan de las autoridades del INAH para bloquear todo tipo de trabajos energéticos en la zona como así se lo habían informado diferentes fuentes?
Cuando el ritual externo es imposible -continuó el maestro- siempre queda el recurso de volverse consciente de los actos por medio del ritual interno. Así que como si fuéramos simples turistas que no pretenden llamar la atención ni demostrar nada a nadie, lleva el ritual como lo sientas en tu corazón y subamos. Esta forma interna, sin forma, además, tiene la ventaja de conservarse más pura pues no puede ser manipulada por la exaltación de los egos. Esa forma es la que he observado en los más elevados guardianes que he conocido y que ya no buscan nada para sí, incluido el poder.
Aquel comentario de su maestro le recordó a Itzel sus experiencias previas cuando en grupo había ascendido la pirámide del Sol de manera ritual. Con sahumador y petición de permiso para el ascenso mediante toque de caracol en cada nivel, las mujeres por el lado izquierdo caminado en el sentido de las manecilla del reloj y los hombres por el derecho caminando en sentido inverso, ambos vestidos de blanco, ellas con falda. Al encontrase mujeres y hombres nuevamente en la escalinata frontal se realizaba una nueva petición de permiso y se ascendía al nivel superior y así se continuaba hasta la cima donde se finalizaba con una ceremonia ritual de ofrenda dirigida a los cuatros rumbos o direcciones. 
Todo aquel ritual visto desde la parte frontal, al pie de la pirámide, evocaba al caduceo griego donde la dualidad serpenteante se entrelaza finalmente fusionándose en la cima. Igualmente imaginado desde las alturas pareciera que esa dualidad recorriera un laberinto convergiendo finalmente hacia la parte central. En ambos casos, al final, la dualidad se trascendía unificándose. Todo aquello igualmente le recordaba la catedral de Chartres, que aunque no conocía personalmente, sabía que tenía los mismos elementos. Dualidad en las torres, un laberinto al inicio y un camino para trascender esa dualidad, que en ese caso era la planta en forma de cruz que conducía hasta un altar con un cristo y la ascensión como figuras centrales. ¿Acaso efectivamente todo es uno y lo mismo más allá de la forma? -se preguntaba.
Nunca había coincidido con su maestro en aquellas ceremonias pero ahora le quedaba claro que al menos las conocía pero que, de alguna manera, aún cuando las respetaba profundamente, había llegado a otras conclusiones por su propia cuenta. Dada la analogía que observaba para el caso de la pirámide y la catedral, se preguntaba si el comentario de su maestro sobre los rituales externos y visibles y los internos era algo equivalente al caso de demostrar que se es cristiano portando una enorme cruz de oro en el pecho o por medio actos humanitarios más bien discretos. No tenía ni pretendía tener las respuestas, tan solo reflexionaba para sí misma.
Empezaron a ascender lentamente por la escalinata central y se fueron deteniendo en cada uno de los niveles, donde podían disfrutar de la vista de la majestuosa ciudad que poco a poco, según ascendían, se iba revelando ante su vista. El profesor le hacía comentarios extraños a modo de preguntas retóricas para los cuales no esperaba respuesta de parte de Itzel, como por ejemplo cuando en el último nivel le mencionó.
-Si tanto en el tiempo como en el espacio, que son ilusorios, el poder ver más lejos se asocia con el hecho de tener mayor consciencia, según dicen los hombres de conocimiento, entonces cuando se sube esta pirámide, por ejemplo, y se logra una mayor perspectiva donde la magnificencia de Teotihuacan se revela ¿Es por el hecho de subir simples piedras o es que acaso su altura representa un nivel de energía que afecta la consciencia y la eleva?
Después de cada uno de aquellos comentarios de parte de su maestro la mente de Itzel viajaba hasta el infinito, como transportada por un koan taoista capaz de dejar su mente en un estado de apacible vacío. En ese estado solo quedaba una cosa por hacer, dejarse acariciar por los elementos y disfrutar de la imponente visión y del silencio interno.
.:. Las energías de la pirámide del Sol:
Transcurrido un rato de apacible y meditativo silencio, este fue roto por el profesor quien le dijo a Itzel: Ha sido muy provechoso el ascenso, regresemos a tu pregunta. El profesor la invitó a que sin perder aquel estado de profunda conexión ambos se sentaran cerca del centro en aquella cima de la pirámide. Una vez allí, pasados algunos segundos, en lugar de responder le lanzó una nueva interrogante.
- Dime Itzel ¿Que percibes en esta cima?
Itzel se centró en si misma y en el presente durante algunos segundos y luego no dudó en compartirle sus percepciones a la vez que se daba cuenta de que en muchas otras ocasiones, a lo largo de los meses de pláticas, lo había hecho y siempre la había escuchado con atención interesado en su sensibilidad.
Itzel dijo entonces
- Percibo algo así como un vórtice, como un pequeño tornado, no sé cómo explicarlo, que entra desde la parte superior, que viene como desde el cielo y penetra hacia adentro en la estructura o algo así.
El profesor la escuchaba atentamente sin intentar calificar de ninguna manera su percepción como verdadera o como falsa sino simplemente intentando respetar su sabiduría interna. Una vez ella hubo finalizado le dijo
Como sabes en el año de 1989 el XIV y actual Dalai Lama Tenzin Gyatso, en cumplimiento de un milenario compromiso existente entre el Tíbet y México, visitó nuestro país con diferentes propósitos fundamentales como son contribuir a la paz mundial, la tolerancia y colaboración entre los diferentes cultos religiosos, y el fortalecimiento de los vínculos entre ambos pueblos. Dos actos en especial merecen ser mencionados en este momento. El primero, la participación de su santidad en una ceremonia ecuménica celebrada en la catedral metropolitana y el segundo, una ceremonia llevada a cabo en esta misma pirámide. Ambos rituales tenían como propósito fundamental la ruptura de sellos energéticos que ayudaran a la liberación de las energías del espíritu de ME XHIC CO con el propósito de elevar la consciencia planetaria.
Aquellas palabras de su maestro evocaron de inmediato en la mente de Itzel las percepciones que tuvo durante aquella visita a la catedral, las mismas que ahora sobre esta otra edificación de forma piramidal. En ese mismo instante se dio cuenta que ambas construcciones, que funcionaban como maquinarias sagradas, compartían una característica esencial como era la de tener en la parte superior terminaciones en forma de punta.
El profesor en se momento dijo en  voz alta a modo de casual comentario.
- ¿Sabes algo al respecto del fenómeno físico llamado efecto punta? Es conocido y utilizado por la ingeniería occidental, sobre todo con materiales metálicos para elaborar pararrayos, pero pueblos como los chinos lo han utilizado hace milenios de otra manera, por ejemplo, para sus prácticas terapéuticas de acupuntura. Ellos, al igual que muchos otros pueblos de tradición del planeta, hablan desde hace milenios de algo cuya existencia fue negada de manera contundente por la ciencia occidental a principios del siglo XX, el Éter, que tiene incontables nombres según las diversas tradiciones: Chi, Ki, Prana, Orgón, Pneuma, Maná, Ánima-mundi, Telesma, Fuerzá Ódica, Energía biocósmica, Energía Vril, Energía libre, Energía del punto cero, entre otras decenas más.
- La historia del por qué la existencia de esta energía es negada sistemáticamente por medio de una agenda mundial nos llevaría al descubrimiento de una muy muy antigua conspiración por el poder y el control en este planeta que sólo en el reciente siglo produjo millones de muertos en dos guerras mundiales cuyo propósito, entre otros, era mantener a la humanidad cautiva y dependiente del consumo de energéticos no libres, no renovables y contaminantes como el petróleo.
La mente de Itzel nuevamente encontraba resonancias con la idea de que existía un algo poderoso y de alcance planetario que decidía, manipulaba e imponía cuál pensamiento o teoría era parte de “La Verdad” tanto en la arqueología como en el resto de las ciencias.
- Sin embargo -dijo el profesor tratando de sacar la mente de Itzel de las reflexiones en la que se encontraba perdida- el propósito por el que te pedí que viniéramos a esta cima no era, al menos en este momento, para hablar acerca de las energías piramidales de enlace geo-cósmico cuyo conocimiento es custodiado por la tradición Nahuatl, una de las cuatro tradiciones fundamentales resguardadas en este sitio supremo de México y que podría ser más bien materia de lo que podríamos llamar ciencia-ingeniería espiritual o sagrada. Sino para hablar del conocimiento custodiado igualmente en esta pirámide y que es parte de la tradición Olmeca, custodio de lo más puro del Espíritu o de lo sagrado, es sobre todo esta fase inicial del despertar de Teotihuacan la que enlaza al Tíbet con México. Es esta inicial elevación de consciencia la que ha venido dando paso al despertar de las tres energías restantes: La Zapoteca, la Maya y la antes mencionada Nahuatl. Grandes y milenarios secretos custodia esta colosal metrópoli.
- El esplendor de Teotihuacan ocurrirá nuevamente cuando las cuatro energías estén totalmente activas y ello repercutirá en los restantes complejos geo-cósmicos piramidales ubicados en los diferentes puntos del planeta creando, digamos por sintonía o resonancia, un circuito global planetario que provocaría un muy elevado nivel de consciencia cósmico espiritual con el cual sería posible alcanzar grandes realizaciones de todo tipo, y sobre todo traería Paz al mundo.
- La re-activación de las puntas sagradas piramidales a nivel planetario junto con la respectiva rehabilitación de la red de túneles de interconexión global sería análoga al efecto de colocar numerosas agujas de acupuntura en la red de meridianos de un organismo vivo, como por ejemplo un ser humano.
- Por supuesto estos grandes circuitos se refuerzan a escala humana con la práctica ritual de las caminatas, muy en especial por las milenarias rutas sagradas. Tradición sostenida en diversos puntos del planeta, por ejemplo en la ruta de Wirikuta recorrida por los Wirrarika también conocidos como Huicholes, o las peregrinaciones hacia la Basílica de la Virgen de Guadalupe en nuestro país o la ruta cristiana del camino de Santiago custodiada por templarios, o por los santuarios marianos en Europa, o la peregrinación a La Meca y la visita a las tumbas de los profetas en Medio Oriente, sólo por mencionar unos pocos ejemplos de incontables que se mantienen como parte de la tradición en todos los continentes del globo. Las montañas sagradas junto con las construcciones pirámidales y sus respectivos túneles permiten la interconexión y activación de los grandes centros planetarios conocidos en la acupuntura como chakras y meridianos mayores. Por su parte las caminatas por rutas energéticas permiten igualmente la interconexión y activación de puntos secundarios o menores, aunque no por ello menos importantes, conocidos como nadis así como de sus respectivos meridianos.
 - Este tipo de acciones cuyo propósito último es la elevación de la consciencia para el bien del Todo crea una conexión con lo Superior que de alguna forma revitaliza la “salud” del organismo planetario e igualmente de todos los seres que en él moran. Colaborar con la activación de todo esto es la parte fundamental del plan del cual nuestro proyecto es tan solo una muy pequeña parte que se suma modestamente a incontables trabajos anteriores de todos los tiempos y de los que ya, en parte al menos, hemos hablado. Para lograrlo es indispensable la participación de seres cuyo único propósito de vida sea trabajar incansablemente en recuperar su esencia verdadera como seres celestiales, como los Dakinis o -como era común en él, haciendo una pausa y remarcando el tono, el profesor dijo: o los Itzaes, como se les llama en lengua Maya.
Al escuchar la palabra Itzae, en la cima de la pirámide y además pronunciada de esa manera tan “zapoteca”, es decir tan conscientemente cargada de una amorosa energía vibrante, incontables imágenes se agolparon en la mente de Itzel. Su nacimiento, los encuentros con mujeres y hombres de conocimiento y visiones en su infancia, en Chichen-Itza, en Tula, ahora en Teotihuacan y, no pudiendo con todo aquello que de pronto se destapó en su inconsciente y la sumergió como dentro de un cenote donde se ahogaba, simplemente abrió la boca intentando respirar profundamente a la vez que unas lágrimas bañaban sus mejillas.
El profesor sabía que aquel proceso de Itzel que afectaba momentáneamente su cuerpo emocional realmente no provenía del mismo, sino de sus cuerpos superiores, el mental y sobre todo el espiritual, por tanto no requería del amparo por medio de un simple abrazo sino de claridad y por lo mismo se dirigió a ella aunque sí en tono especialmente afable y le dijo
- Así es querida Itzel, muy pronto tus preguntas más profundas sobre tu origen y propósito de vida van a encontrar respuestas en ti misma y ello ocurrirá aquí, en Teotihuacan, el lugar donde los seres celestiales recuperan su identidad verdadera.
.:. Entrega de conocimiento entre guardianes:
 Aquellas palabras a la vez sinceras y profundas lograron justo el efecto que el profesor esperaba y calmaron de inmediato a Itzel quien después de un breve silencio dijo
- ¿Cual es mi papel en todo esto profesor? Explíqueme por favor que no termino de comprender.
El profesor igualmente guardó silencio algunos segundos antes de empezar a responder y finalmente dijo.
- Seguramente percibiste que cuando te acercaste a nosotros a tu llegada, cuando estábamos abajo frente a esta pirámide, mis dos acompañantes guardaron silencio y te observaron detenidamente. ¿No es así?
Itzel se limitó a responder
- Así es, no me sentí incomoda pero si observada, como si me estuvieran examinando.
- Mis dos acompañantes -continuó el profesor-, sobre todo el de piel morena quien no te conocía aún, esperaban tu llegada. Seguro recordarás que después de observarte movió la cabeza confirmando que podíamos continuar y entonces ambos se retiraron. Aquel ademán tenía el propósito de confirmarnos que tus cuerpos energéticos, especialmente el espiritual, te señalaban como la persona esperada para poder iniciarte a fin de que puedas recibir y custodiar un importante conocimiento.
- Como sabes Itzel, además de nuestro cuerpo físico todos tenemos otros tres cuerpos sutiles. El emocional, el mental y el más sutil, el espiritual. Personas como ese hombre, con un elevado nivel de consciencia de sí mismos y de su Ser, tienen facultades desarrolladas que les permiten ver qué tipo de personas tienen frente a sí y ver igualmente sus intenciones, mismas que quienes no se conocen a si mismos creen que se pueden esconder de los demás. Esa consciencia elevada les permite entregar o no sus conocimientos, o entregarlos parcialmente o incluso desviar a quienes no están listos para acceder a los mismos. Así custodian el conocimiento que les fue entregado.
- Cuando nos conocimos y empezaste a acercarte a mí, aún cuando no tengo ninguna facultad desarrollada como esos guardianes, pude ver tus cualidades, entre ellas nobles sentimientos, mente clara y un corazón puro, cualidades que como mencioné en la reunión de manera general, son compartidas por los seleccionados a participar en el proyecto. Pero adicionalmente en tu caso, uno de esos hombres de conocimiento nos había anunciado que en ti encontraríamos a la persona que necesitábamos.
Itzel no estaba tan segura de que el profesor realmente no tuviera facultadas desarrolladas ni que no supiera mucho más de lo que le revelaba, pero igualmente sabía que esa justamente es la cualidad principal de los verdaderos hombres de conocimiento de elevado nivel y secretos guardianes, mantenerse en un bajo perfil sin buscar exhibir sus conocimientos ni destacarse. Dadas las afirmaciones anteriores solo quedaba entonces preguntar
- ¿Y quées lo que esperan de mi esos hombres de conocimiento? 
 El profesor una vez más de forma paciente  y suave le respondió con una pregunta.
- ¿Que recuerdas de tu nacimiento Itzel?
Después de inspirar profundamente y pensarlo un poco dijo
- ¡Mmmhh!, no sé cómo responder a esa pregunta, durante toda mi vida eso ha sido un enigma. Mis imágenes interiores no coinciden con la historia que me han contado desde niña. Recuerdo una noche de tormenta, luces en el cielo y la sensación como de haber sido entregada a la familia que me ha criado y aunque los quiero y ellos siempre me han procurado cuidados, nunca me he sentido realmente parte de ellos. Es como si por más que lo intentara en el fondo nunca hubiera encajado.
Ante aquellas revelaciones el profesor hizo una nueva pregunta
- ¿Has escuchado alguna vez hablar de los híbridos? Son seres de otras dimensiones que se han mezclado con la especie humana. Desde la perspectiva física o material se habla por ejemplo de extraterrestres que se combinan genéticamente con nuestra especie, pero ése no es el único tipo de hibridación posible, solo es el que más se menciona, pues el materialismo pseudocientífico en que actualmente está sumergida la humanidad sólo piensa en lo que puede ver, medir y tocar pero existe igualmente lo que podríamos denominar la hibridación emocional, mental y espiritual, según el nivel corporal involucrado.
 - Los tres casos aunque con otro nombre son ampliamente conocidos. Por un lado tenemos el uso de bebidas alcohólicas o las llamadas substancias psicotrópicas y hasta las posesiones de espíritus o demonios, más allá nuevamente de la perspectiva materialista contemporánea, que como ya dijimos busca reducirlo todo a moléculas olvidando los secretos alquímicos y de las octavas de la química oculta. Quizá has escuchado mencionar que a las bebidas alcohólicas también se les denomina espirituosas. Todo ello nos lleva a lo que se denomina bajos astrales, seres de baja frecuencia cuyos cuerpos sutiles pueden sobreponerse temporalmente e incluso definitivamente en los de otra persona cuyo nivel de consciencia sea resonante como lo afirma aquella frase que dice “Lo semejante atrae a los semejante”.
- Para el pensamiento de la ciencia materialista, los cambios en la conducta de las personas bajo el efecto de substancias como el alcohol o los psicotrópicos son debidos exclusivamente a efectos en los neurotransmisores cerebrales. Sin embargo para la ciencia espiritual los verdaderos agentes actúan a nivel del espíritu, la psique profunda como era concebida en la antigüedad y que dio origen a la verdadera psicología o estudio del alma. Esos espíritus igualmente influyen en la mente y las emociones del sujeto y claro, al final en el cuerpo físico. Pero buscar las respuestas sólo en la respuesta neurofisiológica cerebral y allí intentar curarlas, como lo pretende actualmente el pensamiento materialista, es como intentar modificar el contenido de una emisión radiofónica o un programa de televisión manipulando los componentes del aparato receptor.
- Otro ejemplo un poco más complejo y por ello un poco más cercano a la realidad, pero que sigue siendo apenas un burdo ejemplo, sería pretender manipular la tarjeta madre de una computadora o uno de sus componentes, como la memoria, y con ello editar una página en Internet. Simplemente la información no se encuentra en la computadora ni en el cerebro, éste es solo un decodificador que al igual que el radio, la televisión o la computadora es capaz de recibir y, hasta como ocurre en el último caso, puede almacenarla temporalmente. Este decodificador, como el cerebro cuando es estimulado, si es manipulado localmente, puede mostrar respuestas diversas que tienen efectos sobre la información que son capaces de procesar pero esta, como dije antes, no se encuentra almacenada allí realmente como tampoco en el cerebro o acaso apenas de manera temporal como una pequeña copia personal de un todo más grande, como ocurre con una página de Internet cuando es accesada desde una computadora. En ese momento esa información sigue disponible para todos y hay un copia en la computadora que la accesa. Así que podríamos hacer la analogía de que todo cuanto existe en Internet disponible, por ejemplo, representaría al inconsciente colectivo planetario y las páginas que tenemos abiertas en un navegador serían nuestro consciente personal temporal, de ese momento. Nuestros recuerdos serían información almacenada en algo así como nuestro disco duro pero que igualmente son parte de Internet. ¿Me explico?
Itzel, por su edad y como asidua usuaria de la red, estaba familiarizada con esas ideas. Pero si bien creía comprender la analogía no terminaba de entender a dónde quería llegar su maestro.
 Una vez más, como dando respuesta a las inquietudes de Itzel el profesor dijo
- Bien pues siguiendo con nuestra analogía, resulta que la gran telaraña mundial que soporta al Internet no se encuentra localizada en una sola computadora, sino que es la suma de una inmensa red compuesta de incontables dispositivos de captura, almacenamiento, codificación, transmisión, recepción, decodificación y despliegue, y la información que contiene en su interior existía ya antes fuera de la propia red, como por ejemplo en la imaginación de las personas que antes la plasman en medios diversos como libros, videos, música, etc., y que antes de ser ingresados en forma digital como bits forman parte de un universo ajeno al Internet mismo, algo similar a otra dimensión, donde existen como en un universo paralelo digamos. Así pues, la red planetaria que conforma el Internet es nutrida más allá de la red misma, desde una dimensión tan ajena como ésta donde nos encontramos ahora tú y yo conversando y aquella donde se encuentran tanto el lector de este texto que ahora nos observa conversar como el autor que con su mente nos da vida. Lo mismo ocurre con el enjambre neuronal personal que constituye el cerebro de un individuo y que es nutrido desde un plano superior denominado plano mental.
- Lo que trato de decirte es que esa mente colectiva intangible igualmente puede ser accesada con ayuda de  receptores, pero no sólo a nivel planetario sino a nivel cósmico lo que representa una ampliación del inconsciente y por tanto potencialmente del consciente, hacia un nivel que permite el contacto con entidades más evolucionadas que nos pueden ayudar a elevar nuestro nivel colectivamente. Existen diversos métodos para lograr esa conexión mental más amplia y que puede llegar a ser cósmica y que las tradiciones y sus guardianes han custodiado desde hace milenios. Entre ellas se encuentran incontables formas de meditación por medio de sonidos, imágenes, respiración, posturas etc., o por medio de las propias caminatas u otros movimientos como son ejercicios psicofísicos como las danzas. Otro de ellos, que es el que nos interesa en este momento, es por medio de edificaciones terminadas en punta como los obeliscos, las grandes catedrales o las propias pirámides. Cada una de ellas tiene sus propias características y por lo mismo, su propio alcance y repercusión en el consciente colectivo.
Aquellas palabras del profesor confirmaban a Itzel sus anteriores percepciones en la catedral y todo ello le llevaba a preguntarse a ella misma ¿Por que podía percibir algo que aparentemente otros no?
- Pero te recuerdo lo siguiente que es muuuuuuuuyyyyy IMPORTANTE -dijo el profesor una vez más haciendo uno de sus énfasis verbales . Si bien en la explicación anterior hice referencia a ejemplos familiares para estos tiempos como la radio, la televisión y las computadoras para intentar explicar que la mente realmente existe en un plano sutil distinto al material que solo le sirve de sustrato temporal, realmente en todo esto estamos hablando de otro nivel por encima del plano mental y que es el plano espiritual, cuyas propiedades son incluso superiores, pues este es inmutable y eterno. Es en ese plano donde se encuentran las verdaderas respuestas y existen métodos diversos para su acceso, como los que ya antes te mencioné, entre ellos uno muy especial vinculado con pirámides como éstas. Precisamente es ése tu papel en todo esto y en este momento voy a tratar de explicártelo.
- Como ves ha sido necesaria una larga preparación para llegar a este punto. Sé que te he dicho mucho sin decirte nada, pero así era necesario. Es muy curioso lo que ocurre con la humanidad en general muy poco reflexiva de estos tiempos que corren -decía el profesor moviendo levemente la cabeza hacia los lados a la vez que su rostro esbozaba una ligera sonrisa- por ejemplo, si una persona presencia a un acróbata o contorsionista circense o a una gimnasta acrobática entrenada para competición olímpica, tan pronto como intentan reproducir los movimientos de éstos se percatan de que aquellos  ejecutantes o bien poseen cualidades físicas extraordinarias o bien un largo y extenuante entrenamiento o, como ocurre comúnmente, una mezcla de ambos, y así los propios cuerpos de los observadores los detienen de manera natural quedándoles entonces como única posibilidad, en ese momento al menos, a limitarse a admirar al ejecutante. Eso que es tan natural para el cuerpo físico generalmente no ocurre con los cuerpos sutiles, por ejemplo el mental. Cuando un sabio que ha estudiado profundamente durante muchos años un tema y que sobre todo ha dedicado su vida a elevar la consciencia dice algo, es práctica común en estos tiempos que todos aquellos que lo escuchan opinen, interpelen, discutan sin darse cuenta del estado mental de sus mentes ni de su ser, comparados con la de aquel hombre sabio al cual como único recurso le queda el silencio, cualidad de la que no son capaces los que escuchan, por no tener el freno natural de una consciencia desarrollada, pero este tipo de necedad no ha ocurrido en todo momento en la presente humanidad ni en otras.
- Este último comentario viene a colación porque en mi propio caso, para llegar a ser capaz de aceptar estas ideas tuve que pasar por un muy largo proceso personal. El pensamiento materialista acepta sin discusión que el cuerpo físico es real y que debe ser preparado si se quieren hacer grandes proezas con él, como los faquires de Oriente, pero aquellos dedicados al entrenamiento de los cuerpos superiores, como por ejemplo los yoguis, saben que proezas superiores como materializaciones, levitación, telepatía, etc. pueden lograrse por medio del desarrollo del cuerpo mental. Imagina las posibilidades a las que se puede acceder desarrollando un cuerpo que aquellos que dedican su vida a desarrollarlo lo reconocen como el único trascendente y por lo mismo el único real, el cuerpo espiritual. En mi caso tuve que cambiar radicalmente mi perspectiva como académico y científico materialista, al ser testigo presencial de hechos difíciles de creer ocurridos con la intervención de algunos guardianes, mujeres y hombres de profundo conocimiento con quienes he tenido el privilegio de entrar en contacto y que de alguna forma han sido mis maestros.
Itzel igualmente en su infancia había estado en contacto con mujeres y hombres de conocimiento y, aunque poco recordaba, aquellas palabras del profesor resonaban en su interior.
- Esa es la realidad a la que tienes permiso acceder -continuó su maestro-, pero sólo si lo decides como un acto consciente y voluntario. Como te mencioné antes, el guardián te considera preparada, pero sólo a ti te corresponde aceptar o rechazar la responsabilidad que conlleva ser iniciada y esa respuesta solo la puedes encontrar en tu corazón. Lo único que puedo adelantarte al respecto es que, si decides continuar, todo cuanto conoces hasta este momento y que conforma tu mundo deberá morir, incluida tu misma.
- Esta no es una decisión que se pueda tomar a la ligera, toma tu tiempo en decidir sin ninguna prisa.
El profesor llevó su mano al bolsillo de su camisa y sacó un tarjeta. A la vez que se la entregaba a Itzel se despidió diciendo.
- En esta tarjeta están los datos del hotel cercano reservado para los integrantes del grupo, hay una habitación a tu nombre. Si lo sientes quédate un rato recorriendo la zona o ve a darte una ducha, a comer algo y descansar, lo que prefieras. En tu habitación encontrarás un sobre con detalles del proyecto así como un gafete especial de acceso. Estos documentos se les están entregando a todos los participantes, son para la reunión oficial de arranque mañana, revísalos para que conozcas la perspectiva oficial, pero recuerda que tu trabajo, por ahora al menos, consiste en meditar sobre la decisión de lo que te acabo de plantear. Seguro una noche de reparador descanso y sobre todo esta ciudad sagrada, te ayudarán a encontrar respuestas.
Dicho lo anterior el profesor se levantó lentamente e inició el descenso con un ritmo que dejaba entrever una profunda conexión consigo mismo y con el Todo.